Con el acompañamiento logístico de la Delegación de Asuntos Indígenas, la Fundación Solar Inti desarrolló una nueva capacitación en la comunidad Weenhayek. El programa ya se implementó en misiones y parajes de Aguaray y General Mosconi, donde se entregaron 89 cocinas y hornos de biomasa.
La Secretaría de la Delegación de Asuntos Indígenas acompañó con asistencia logística a la Fundación Solar Inti en la realización de un taller sobre armado y uso de cocinas y hornos ecológicos en la comunidad Weenhayek, El Quebracho, en Tartagal.
Las cocinas de biomasa son una opción sustentable para cocinar, ya que permiten ahorrar leña y reducir costos. Son fáciles de usar, resistentes, de bajo mantenimiento y se pueden trasladar con facilidad, lo que facilita su uso en distintos hogares y comunidades, al mismo tiempo que promueven un aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
Asimismo, destacó que se entregaron 10 cocinas y hornos de biomasa en la comunidad , destinadas tanto al uso comunitario como a iniciativas comerciales, beneficiando a familias comprometidas y proactivas en las labores gastronómicas.
Herrouet agradeció la colaboración de la empresa Naturgy en el suministro de insumos para el armado de las cocinas y hornos y señaló que, con esta entrega, ya son 99 las cocinas de biomasa distribuidas en Aguaray, General Mosconi y Tartagal.
“Estos artefactos permiten cocinar utilizando pequeñas ramas, lo que reduce en aproximadamente 200 kilos el consumo mensual de leña y contribuye a evitar la tala de hasta 120 árboles nativos por año”, explicó.
Fortalecimiento de huerta comunitaria
En el sembradío comunitario de Weenhayek, miembros de la Delegación plantaron una cortina de viento, una barrera viva de árboles y arbustos en hileras para proteger la huerta. Se utilizaron especies como yuchán, algarrobo y quebracho.
Su propósito principal es reducir la velocidad del viento, protegiendo así los cultivos del daño mecánico, la erosión del suelo y la desecación excesiva. Al disminuir el impacto del viento, esta cortina crea un microclima más estable, mejora la conservación de la humedad del suelo y puede aumentar el rendimiento de los cultivos.
Además, se plantaron ejemplares frutales correspondientes al sistema agroforestal, como mango, banano y palta.
“Se potencia un sistema virtuoso con una mirada integral, combinando la plantación de árboles y el desarrollo de huertas agroforestales que brindan alimentos, los cuales se cocinan en artefactos de biomasa. De esta manera se contribuye a evitar la deforestación y se incorporan más especies con una perspectiva regenerativa”, dijo Herrouet.