No es novedad que, a lo largo del último período democrático, Salta careció de cuadros políticos en las estructuras gubernamentales provinciales y municipales. Si entendemos por cuadros políticos, a aquellxs dirigentxs, militantxs capaces de involucrarse en dialécticas políticas y morales, de plantearse y replantearse juicios, acciones, en función de la ruptura con los laberintos burocráticos de gobiernos neoliberales, que jamás se preocuparon por construir ciudadanía, ni conciencia crítica en las masas.

Cuadros políticos, capaces de generar y cristalizar dispositivos teóricos para la función concreta, con conciencia del Ser social.
Queda claro, que la antigüedad de afiliación a un partido político, no procrea militantxs, mucho menos, cuadros políticos.
El poliministro de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia, Ricardo Villada, es un claro ejemplo de la antítesis del cuadro político. Sus enjuagues, al servicio del poder de turno de los últimos años, le alcanzaron para diplomarse como un burócrata mediocre.
Villada,unx de lxs responsables de la redacción del Proyecto de Ley que declara la necesidad de Reforma Parcial de la Constitución de Salta, con media sanción en sesión extraordinaria, en la Cámara de Senadores, se reunió con integrantes del Foro de Intendentes, el fin de semana, para ‘’instar a los intendentes a militar la reforma constitucional, porque responde a un pedido de la gente’’ según se lee, en el sitio oficial del gobierno.
Resulta difícil creer que la ‘’gente’’, la que, según Villada, ‘’pide’’ esa reforma, convencida de las maravillas que pueda proporcionar a sus vidas, deba ser persuadida por los intendentes, muchxs de lxs cuales, ni siquiera han leído el Preámbulo de la Constitución.
Cuando Villada afirma que la Reforma de la Constitución ‘’es lo que pide la gente’’, a qué gente se refiere?A la que recibe en su despacho?A la que se expidió a través de alguna consulta popular o encuesta mínimamente creíble? Nada de eso.’’La gente’’, no tiene entidad de sujeto político.
Sujetxs políticxs, son los pueblos originarios, las organizaciones que trabajan por la preservación del medioambiente, las organizaciones sociales que luchan por contener a lxs miles de pobres, excluidxs, quienes se multiplican, producto de las políticas neoliberales, de las cuales, el ministro, es un devoto representante.
Sujetx políticx, es el movimiento feminista, integrado por mujeres cis, lesbianas, travestis, trans, no binarias,disidentes, mujeres originarias, afrodescendientes, migrantes, quienes, atravesadas por distintas ideologías políticas o creencias religiosas, conviven en el espacio común de la lucha por la emancipación y la igualdad de derechos.
Cierto es, que jamás se escuchó al ministro Villada,o al gobernador, hablar sobre el movimiento feminista que logró, mediante la lucha organizada, solo en las últimas décadas, un avance normativo formidable.
‘’Lo que no se nombra, no existe’’ acuñó el movimiento feminista. Para quienes gobiernan la provincia, no existen los pueblos originarios, las organizaciones sociales ,las organizaciones feministas. Tampoco, las asociaciones profesionales y sindicatos. Difícilmente, puedan estar contenidxs en la abstracción ‘’la gente’’
No se puede esperar del ministro, tampoco del gobernador Gustavo Sáenz, quien lo premió con múltiples cargos, una intelectualización discursiva que no poseen, capaz de articular teoría y praxis para conectar razón y emoción, a fin de no abusar del mal razonamiento inductivo, que establece como universal, lo puramente personal. Lo que, evidentemente, fue acuerdo entre amigxs, se traduce, como ‘’lo pide la gente’.’
‘’Esperamos que ésta sea la reforma de todos’’,enfatizó Villada ante lxs intendentxs. La Reforma Parcial de la Constitución, se llevará a cabo sin sobresaltos. La historia política de Salta, demostró que propixs y ajenxs, con contadas excepciones, se inclinan ante el poder de turno.
Ni la alternancia en el poder o la inamovilidad de sus señorías jueces y juezas,resolverán los problemas estructurales de pobreza, desnutrición, desmontes a mansalva, contaminación ambiental, desempleo, falta de acceso a la justicia, violencia contra niñas y mujeres diversas.
Será una reforma, desprovista de las prescripciones éticas del feminismo que se asientan sobre la universalización de derechos. Reforma que deja afuera las experiencias vitales y morales de la mitad de la sociedad :las mujeres. Porque excluye a quienes no circulan, por los espacios de muchos partidos políticos que perdieron, hace tiempo, legitimidad, credibilidad y representatividad.
Una reforma acotada a los deseos de quienes nos gobiernan, ya que no podrán demostrar científicamente, qué ‘’gente’’ la pidió.