La justicia de La Plata le concedió el beneficio por una de las causas alegando «problemas de salud».
Cuando falta poco para que se cumplan 10 años de la desaparición de Julio López, la justicia de La Plata le otorgó la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz, y estallaron los reclamos. Organismos de Derechos Humanos manifestaron su repudio más enérgico.
La Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y la Cordinadora Contra la Represión Institucional (CORREPI) , entre otros organismos, emitieron un comunicado en el que enfatizan: «El represor el privilegio de ser trasladado a su domicilio por ´razones de salud´, las mismas que se le niega sistemáticamente a miles de presos en las cárceles del país. Entiende el tribunal que este genocida no presenta peligro de fuga ni entorpecerá en las otras causas en las que está siendo juzgado. Olvidan estos jueces, que Jorge Julio López permanece desaparecido y la relación manifiesta, aunque no investigada entre dicho represor y la segunda desaparición de López».
El fallo favorable a Etchecolatz llegó pese a que el Cuerpo Médico Forense(CMF) confirmaron en dos dictámenes que sus patologías pueden ser tratadas en el Hospital Penitenciario de Ezeiza. La decisión fue tomada por los jueces subrogantes Germán Castelli y Jorge Michelle del Tribunal Oral Criminal Federal Nº 1 de La Plata. Etchecolatz, que purga cuatro cadenas perpetuas por delitos de lesa humanidad, continuará cumpliendo la condena en el penal de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires.
Imagen : Télam