La Otra Voz Digital Directora Marta César
Entre el 6 y 8 de octubre Posadas será sede del 27 Encuentro Nacional de Mujeres.
Un hecho que genera desde curiosidad hasta rechazo fundamentalmente por la concentración de miles de mujeres -se esperan más de 20 mil asistentes ? y los temas que se debaten durante las jornadas: participación política, violencia de género, aborto, sexualidad, estrategias para un aborto seguro, legal y gratuito; trata de mujeres, niñas y adolescentes para explotación sexual, VIH/Sida acceso a la tierra, educación, medio ambiente, entre otros.
?Queremos que las misioneras eleven sus voces junto a miles de mujeres y se den cuenta que nada es natural que se puede salir, y que es necesario, que se puede. El encuentro para nosotras significan tres días de debates intensos para mostrar la realidad de mujeres misioneras y mostrar que hay salida, que tenemos derecho y la posibilidad de salir adelante?, señalaron desde la Comisión organizadora del Encuentro.
Las participantes llegan desde todas las provincias del país para debatir en espacios democráticos que adquieren la modalidad de talleres (55 funcionarán en escuelas del centro de Posadas sábado y domingo entre las 9 y las18) donde cada una puede plantear sus inquietudes, contar sus experiencias y plantear acciones para revertir las situaciones que las preocupan. Todas tienen la posibilidad de la palabra, no hay voces privilegiadas, a través del consenso y no de la votación se elaboran conclusiones que reflejan todas las opiniones y posturas.
El Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez servirá de escenario tanto para la apertura -sábado 6 a las 8 hs-como para el cierre – lunes 8 a partir de las 8hs. El día domingo habrá una marcha por las calles de la ciudad misionera, una muestra a través de las banderas, pancartas y cánticos de lo que quieren, proponen y hacen las mujeres en el país.
Habrá espacio para las actividades culturales luego de los debates y el club Atlético Posadas será sede de la peña.
Cada año miles de mujeres visualizan en los Encuentros que la situación de postergación y discriminación no es un destino. Se muestra que lo que parecía ser un destino, el lugar relegado en la familia y en la sociedad, puede ser modificado.
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