Claudio Lamonega está preso desde diciembre en Sarmiento, Chubut, imputado por el crimen de Marisa Santos y sus dos hijos adolescentes.
El diario íntimo de una mujer asesinada de un balazo en la nuca es la clave que puede terminar de esclarecer un triple crimen que conmueve a Sarmiento, un pueblo petrolero de Chubut, todavía bajo una nube negra por la brutal muerte de Marisa Santos, de 46 años, y sus dos hijos adolescentes, Lucas, de 16 años, y Victoria Ramis, de 17.
Según consignó Tiempo Argentino, el hecho ocurrió el domingo 23 de noviembre de 2014 en la casa de las víctimas y el único acusado es Claudio Lamonega, de 50 años, detenido con prisión preventiva. Se trata de la ex pareja de Marisa y la persona a quien ella describió como quien la sometía a diversos episodios de violencia de género, que incluían maltrato verbal y psicológico. Con ese dato, la fiscal del caso, Andrea Vázquez ordenó una pericia caligráfica que dio positiva y ahora imputará a Lamonega por los delitos de triple homicidio agravado por alevosía, violencia de género y femicidio, que prevé una pena de prisión perpetua.
Lamonega permanece bajo arresto en la seccional de Sarmiento, donde lo visitan todas las semanas, su madre y su hijo. El hombre contrató los servicios de un famoso abogado de Comodoro Rivadavia, Guillermo Iglesias, pero eso no le alcanzaría para contrarrestar la evidencia recolectada por la instructora de la causa penal. Vázquez logró sumar una nueva prueba en la investigación. La pericia de puño y letra de Marisa Santos, que dio positiva. Las notas estaban en un diario íntimo de la mujer que fue secuestrado por los investigadores de la División Homicidios de Sarmiento.
En el texto que la fiscal pudo analizar se obtienen indicios contundentes de que Marisa sufría violencia psicológica y económica, por lo que Vázquez pidió sumar la figura del femicidio contra Lamonega.
A esa prueba se le sumarán entrevistas y testimonios que dan cuenta de la situación por la que pasaba Marisa Santos.
Lamonega, en su segunda declaración oral, había advertido que toda acción requiere una motivación y que su único motivo junto a Marisa era ayudar a los chicos para que pudieran estudiar, consignó el diario local El Patagónico.
La nueva figura penal que incorporó Vázquez se presentó el miércoles pasado en la Oficina Judicial de Sarmiento. Ante el flamante escrito, estaba dispuesta una audiencia de notificación para informar a las partes del proceso, pero no se llevó a cabo ya que el abogado defensor de Lamonega se dio por notificado. De todas maneras, la nueva calificación que se incorporó no cambia la secuencia de acción del delito que se está investigando.
El miércoles próximo, Lamonega deberá ser sometido a una nueva revisión de la medida de prisión preventiva que viene cumpliendo y a la respectiva audiencia preliminar a juicio en la que la Fiscalía dará a conocer la acusación.
El 1 de junio, el juez Alejandro Rosales había resuelto otorgar un mes de prórroga al Ministerio Público Fiscal para que finalice la investigación del triple crimen de Sarmiento.
El expediente
Lamonega pasó de testigo a imputado luego de que la fiscal Vázquez analizara sus extraños movimientos el día del crimen. No sólo condujo la camioneta de su ex pareja, sino que quedó registrado por la cámara de un banco, que está ubicado a escasas tres cuadras de la casa donde se cometeron los asesinatos.
Por testimonios y cámaras de vigilancia, se lo vio bajar de la camioneta Renault Kangoo cerca de las 10 de ese domingo 23 de noviembre de 2014. Compró el diario, fue a un supermercado donde lo leyó y después se dirigió al Banco Nación. El vehículo fue estacionado a 10:30 sobre la calle Perito Moreno, entre Alberdi y Uruguay.
Otro testigo confirmó que alrededor de las 9 la Kangoo ya había sido sacada de la vivienda donde se produjeron los homicidios. Lo mismo fue confirmado por los compañeros de Lucas que a las 10:30 lo fueron a buscar por una competencia atlética y notaron que el portón estaba abierto, sin la camioneta en su lugar.
En la acusación se recordó que Lamonega convivió con Marisa y que aunque ya no lo hacían, continuaban siendo una pareja. En ese contexto, la acusación de la Fiscalía dice que el imputado aprovechó la circunstancia de indefensión de las víctimas y que actuó «con perversa frialdad». Los chicos fueron asesinados con tiros en la cara y a quemarropa.
A Santos le dispararon en la nuca, mientras dormía en su cama.
Imagen : Infonews