Una pareja va a juicio por violar y golpear con palos y cadenas a su hija de 15 años. El hombre está acusado de abuso sexual con acceso carnal y la esposa por colaborar como partícipe necesaria.
El pedido de juicio lo elevó ayer el fiscal Gustavo Mastracci y fue avalado por el juez de Garantías Cristian Piana.
Entre 2010 y 2014, desde los 11 hasta los 15 años, la chica sufrió los ultrajes en la casa donde vivía con su mamá y papá.
El caso fue develado por LM Neuquén a fines de noviembre de 2014, cuando la joven les contó a las autoridades del colegio que tenía dolores muy fuertes en el cuerpo como consecuencia de una de las golpizas a las que el padre la sometía.
Se comprobó que la chica tenía moretones en la espalda y en la parte alta de las piernas, por lo que de inmediato se dio intervención a la Defensoría del Niño y a la fiscalía correspondiente.
La adolescente inmediatamente fue separada de su hogar y quedó bajo custodia de una tía. Tiempo después, en diciembre de 2014 reveló su dramática historia en Cámara Gesell.
Ante los profesionales relató que su mamá desde muy chica le decía que estaba «de prestada» en la casa porque había sido concebida en una relación no querida con su ex pareja.
El hombre acusado no es el padre biológico de la joven, pero le dio el apellido.
A partir de los 9 años comenzó a tocarle las partes íntimas. Cuando la joven cumplió los 12 años, las violaciones comenzaron a ser recurrentes. En ocasiones, para poder violar a la chica, el hombre mandaba a los hermanitos a jugar a la plaza y así conseguía quedarse solo con ella.
La adolescente señaló en Cámara Gesell que sospechaba que su madre sabía de los abusos y que en vez de defenderla, le pegaba.
Las golpizas que le propinaba la madre se volvieron cada vez más violentas a medida que la chica crecía. Así que de los cachetazos pasó a los golpes con palos, mangueras y hasta cadenas de bicicletas.
La adolescente hoy se encuentra en tratamiento psicológico y bajo resguardo de su tía. Los padres están en libertad y sólo resta determinar las fechas del juicio.
En la causa figura como querellante Marcela Robeda, de la Defensoría de los Derechos del Niño y el Adolescente, y el defensor de la pareja es Gustavo Barroso.
Imagen : La Mañana