El lunes 9 de noviembre, asociaciones de la diversidad sexual GLTTBI organizaron la sexta marcha del orgullo en Salta, que contó con la participación de más de dos mil personas y el apoyo del Observatorio para la Promoción de Derechos de la Diversidad Sexual, el INADI, la Fundación entre Mujeres, el Grupo Pensar el Género y algunos partidos políticos, como el Partido Socialista y el Partido Obrero. Rodrigo Liendro, activista y militante político del Partido Socialista de Salta, sintetizó en la frase que titula esta nota el espíritu de la convocatoria (Por Fernando Pequeño Ragone*)
Desde el año 2000, los movimientos socio-sexuales presentes en Buenos Aires desde hace más de una década, comenzaron a organizarse y visibilizarse en la ciudad de Salta. Su historia está ligada a las luchas por los derechos de ciudadanía sexual, con una fuerte impronta en la trágica historia de una activista trans que prometía un fuerte liderazgo político, ?Pelusa Liendro?, asesinada en 2006.
Común a todos los movimientos sociales, el campo de intereses y disputas se tensiona y los líderes incipientes colaboran y compiten a partir de sus trayectorias particulares, sus habilidades e intereses diversificados, para interpelar a la comunidad de la diversidad sexual y a la sociedad en general creando un espacio político cada vez más organizado para la demanda de derechos; atravesado y sostenido por los avances que el mundo cultural y político viene realizando desde la segunda mitad del siglo XX en materia de derechos humanos, mientras los Estados van adecuando sus leyes internas a los mandatos de las Convenciones internacionales.
Así, la representante de una de las asociaciones organizadoras de la marcha decía en una carroza-escenario ubicada en la Plaza 9 de Julio en Salta? ?nosotras nos merecemos decir lo que queremos, no tenemos nada que ocultar, nada que guardar. ¡Por favor!; nosotras somos seres humanos y tenemos derechos como todo el mundo. ¡Y somos muchas!, miren la cantidad de gente que somos?.
Este año en Salta confluyeron en la lucha y reivindicación de derechos, varias organizaciones de la comunidad de la diversidad sexual acompañadas por diversos sectores de la sociedad; lo que dio lugar a una agenda de diversos eventos a lo largo de la ?Semana del Orgullo?.
Un gran protagonismo tiene el Grupo Transparencia Salta (GTS), una asociación local de transexuales con reciente personería jurídica, y sus filiales de Orán, Tartagal y Morillo del interior de la provincia; representante provincial de de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros (ATTTA) de la Argentina con sede en Buenos Aires.
La asociación local Identidad, más ligada al movimiento gay; y el Observatorio para la Promoción de Derechos de la Diversidad Sexual que funciona en el marco de un programa nacional con financiamiento internacional, son grupos igualmente formados por gente de la comunidad GLTTBI que han contribuido a las actividades.
El acompañamiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia, y el Racismo, con sede provincial desde hace casi un año, se suma al conjunto de organizaciones que van haciendo posible el fortalecimiento del movimiento, acompañado en la marcha de este año por grupos que luchan por los derechos de las mujeres como la Fundación entre Mujeres y el Grupo Pensar el Género; y algunos partidos políticos como el Partido Socialista y el Partido Obrero.
Desde las ocho de la noche en el Anfiteatro del Parque San Martín se reunieron estas organizaciones con una gran afluencia de público y simpatizantes de la comunidad de la diversidad sexual, para marchar por más de una hora por casi treinta cuadras céntricas de la ciudad y confluir en la Plaza 9 de Julio ?corazón cívico de la salteñidad- hacia las diez de la noche, donde por casi dos horas desplegaron en un escenario-carroza, diversidad de discursos alusivos a los derechos de la comunidad de la diversidad sexual y shows de cantos y bailes.
A lo largo del recorrido acompañaron casi dos mil personas que desde las veredas y edificios observaba la multitud multicolor de cuerpos politizados. Y es que el cuerpo es la gran herramienta política de los movimientos socio-sexuales para producir discursos eficaces que apelan a todos los poderes constituidos en base al mito de la heterosexualidad reproductiva como única sexualidad válida entre las personas.
La efectividad en la visibilidad de la demanda de derechos anclada en el cuerpo de las ?trans? es el resultado de convertir el cuerpo humano en una herramienta política, en el productor y el transmisor del discurso más visceral. Ese discurso decía en la marcha del orgullo a la comunidad que observaba: no existe una linealidad entre los genitales, el sexo que por ellos pretenden atribuirnos, el deseo por quienes nos sentimos atraído/as y la manera en que nos gusta presentarnos ante los demás.
Desde este punto de vista, la sexualidad dicotómica varón-mujer estalla en decenas de posibilidades; cuando por ejemplo, una persona que nació con ambos genitales es intervenida a poco de haber nacido y definida mujer, criada como mujer, aunque en su adolescencia decide ser varón y asume actitudes corporales y roles sociales de varón; para luego sentirse atraída por transexuales varones, por mujeres heterosexuales y por varones gays.
El mundo de la diversidad sexual, cuando se desatan las fronteras del género, puede ser muy complejo. Con poca comprensión de esta complejidad aún, sin embargo propensa a la tolerancia -que no es lo mismo que inclusión-, entre la gente que observaba la marcha, una mujer de mediana edad opinaba? ?me parece bien, es una manera de expresarse porque es lo que ellos quieren lograr?? y otra decía? ?cada uno se expresa como quiere, tengo muy muchas amigas; (sobre el desnudo) me parece que eligieron el horario prudente, me hubiera parecido muy mal que salgan a las cinco o seis de la tarde?.
Un hombre de mediana edad junto a su mujer un niño pequeño opinó? ?cada uno debe ejercer sus derechos, cada uno tiene derecho a ser y a hacer lo que quiera; es un mundo libre… yo no lo soy… pero respeto a los demás… las chicas (trans) me parecen muy lindas todas?; y un joven comerciante de una de las calles por las que transcurría la marcha pensó? ?¿Esto es una marcha gay? (los cuerpos desnudos) me producen risa?. Una joven empleada de una panadería decía? ?me distrae?.
Tal vez uno de los nudos centrales de estas demandas que impactan en la vida cotidiana de las personas lo abordó en su opinión una señora de mediana edad que observaba entusiasta y divertida junto a su esposo? ?tienen leyes ahora, ¿no? (me parece bien) solamente que la Biblia no está de acuerdo, lo que pasa es que nosotros tenemos una opinión en base bíblica, en base a la iglesia cristiana, seguimos lo que dice la biblia, entonces tenemos piedad y misericordia por los hermanos?. Y continuó diciendo? ?ellos son heridos, por eso es que les falta autoestima, ya vienen de familias con problemas, así que por eso ellos se ven en necesidad, porque quizá no tienen estudios para ser algo?.
Esta última opinión común a muchas personas, contrasta con la idea que gran parte de la comunidad trans y de la diversidad sexual en general tiene de sí misma, expresada en la carroza-escenario de la Plaza 9 de Julio por una de las activistas organizadoras de la marcha, cuando dirigiéndose a sus compañeras y compañeros, rodeada de público e interpelando a los funcionarios del poder político salteño decía? ?tenemos la secundaria, hasta títulos terciarios, universitarios; todas tenemos una profesión (y queremos) igualdad de derechos ¿Con qué necesidad tenemos que sentirnos perseguidas por la policía, con qué necesidad tenemos que andar corriendo por las calles y escondiéndonos si tenemos profesiones… ¿ellos no se dan cuenta que cuando vienen a tocarnos las puertas -las personas del gobierno- para que les demos el voto (no se dan cuenta) que tenemos familias, tenemos amigos que apoyan; entonces cuando necesiten nuestro apoyo nosotras no vamos a estar ahí; entonces por favor, que ellos hagan una ley de igualdad social, no a la discriminación y sí a la lucha?.
La síntesis de las demandas la expresó un activista y dirigente, militante del partido socialista, apelando a los derechos de seguridad y libre circulación? ?Las personas gays, lesbianas, bisexuales y trans tienen actualmente negados en nuestro país, muchos de los derechos fundamentales que nos corresponden a todos y a todas. Derechos que deberían ser reconocidos por la ley y garantizados por este Estado. Estando aquí, nosotros y nosotras queremos decir que apoyamos y nos comprometemos a colaborar efectivamente para conseguir que sean derogados por su carácter represivo los artículos 114 y 115 de la Ley provincial 7135 de Códigos Contravencionales, el que penaliza la prostitución callejera, situación en la que se encuentran muchas personas trans por su identidad sexual y situación económica; que el Estado garantice el derecho constitucional a la libre circulación de las personas gays, trans, lesbianas en todo el ámbito provincial; que el estado provincial establezca mecanismos protectivos para denunciar el abuso de autoridad por parte de los agentes policiales sobre las personas gays y travestis de toda la provincia?.
Herederos de movimientos sociales con profunda raigambre obrera, estos movimientos evocan símbolos históricos que apelan a esas raíces, por ejemplo el momento en que la presidenta de la asociación trans GTS, vestida de largo y blanco, con una banda celeste y blanca cruzada en el torso, cantó en la Plaza ?No llores por mí Argentina? encarnando la figura de Eva Duarte de Perón.
Hacia las ocho de la noche en el anfiteatro del Parque San Martín, un banner que atravesaba la calle sostenido por dos activistas de las organizaciones GLTTBI locales con la leyenda ?Sexta Marcha del Orgullo? abría la marcha. Una camioneta de la policía acompañaba ese inicio. Inmediatamente detrás, una única ?chica trans? vestida de negro y cortas faldas porta en un estandarte la bandera flameante del arco iris de la diversidad.
Le continuaban representantes de la organización INADI con un banner de la institución y una batucada en medio de la cual desfila una travesti con los pechos desnudos, rodeada de varones muy jóvenes al compás de la batucada. Pareciera que solo había lugar para la eterna juventud de los cuerpos. Dos disfraces artísticos con varas lumínicas multicolores en sus manos apelando a la diversidad y a la ruptura de los cánones estéticos pautados, impuestos, aceptados y conocidos; continuaban la formación llena de música, esplendor y colorido.
Una de las dos o tres camionetas con sonido presentaba a una veintena de ?chicas trans? con atuendos sensuales portando estandartes con la bandera de la diversidad y rodeando una gran cartel central con la imagen de ?Pelusa? ?la activista trans asesinada? sosteniendo un micrófono, como una diosa de la diversidad convertida en un ícono que promete lograr la justicia de la inclusión a la comunidad de la diversidad, dándoles definitivamente, la voz, la capacidad de expresarse en las diferencias y en la igualdad con todos las personas de las sociedades en las que viven.
Hacia las doce de la noche y en medio de cantos y atuendos multicolores, la voz de la hermana de Pelusa casi cerraba la marcha diciendo? ?con mi mamá y mi hermana hoy estamos acá presentes, venimos a sumarnos a toda la gente que está acompañando acá y a pedirles que no abandonen a las chicas porque tienen tantos derechos como todas nosotras a ser escuchadas: basta de brutalidad policial, basta de discriminación. Por favor: acompañen, ¡nunca paren! y ojalá algún día el sueño de mi hermana Pelusa sea una realidad: que esto no quede así?.
A casi diez años de las primeras manifestaciones de visibilidad y organización política de los movimientos de la diversidad sexual en Salta, las disputas políticas que tensionan y dan vida a los movimientos parecieran resumirse en la voz de la presidenta de GTS Salta? ?soy la sucesora de Pelusa, soy la presidente ahora, con personería jurídica. Vamos a hacer hasta lo último para que se aclare la situación (de Pelusa)? ?las organizadoras de esta marcha seguimos siendo nosotras las chicas trans, así que por favor las otras organizaciones no se sientan ofendidas ni ofendidos por lo que hagamos o por lo que digamos?.
También en la voz de la madre de Pelusa? ?me siento muy orgullosa de ser la mamá de Pelusa. Quiero agradecerle a toda, a toda la gente que nos ha acompañado en esta marcha porque a esa marcha la ha iniciado mi hijo?; y en las estrategias de trabajo político que comienza a desplegar el Observatorio para la Promoción de Derechos de la Diversidad Sexual, Salta; con la organización de jornadas de trabajo académico con periodistas y jueces locales; el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia, y el Racismo potenciando el acceso a la justicia y el empoderamiento de grupos hasta hoy minorizados en sus derechos. El desafío por delante será superar la lógica personalista y fragmentaria de los movimientos sociales y sus líderes, que los ha caracterizado en nuestro país, heredero de una terrible dictadura que implantó la idea de poder hegemónico no compartido. El cambio, recién comienza.
* Estudiante de antropología, militante de derechos humanos, asesor del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos del gobierno de la provincia de Salta y presidente de la Asociación Miguel Ragone por la Verdad, la Memoria y la Justicia.
(1) Palabras de Rodrigo Liendro, estudiante de historia en la Universidad Nacional de Salta, activista y militante político del Partido Socialista de Salta. Discursos en la Plaza 9 de Julio durante la Sexta Marcha del Orgullo Gay 2009, Salta.