La Otra Voz Digital Directora Marta César
La Sala Cuarta del Tribunal de Juicio condenó a M.V.H.G. (38) a once años de prisión por resultar autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, en perjuicio de su hija, y ordenó que el imputado permanezca alojado en la cárcel penitenciaria local.
El Tribunal solicitó además al Servicio Penitenciario que arbitre los medios necesarios para que se le brinde atención psicológica al imputado, atento a la naturaleza del delito por el que resultó condenado. Asimismo, recomendó que a la menor se le brinde tratamiento psicológico del Servicio de Asistencia a la Víctima (SAVIC).
La víctima es la mayor de cinco hermanos. La familia residía en un barrio de la zona Sur de la ciudad. La niña se animó a contarle a su madre sobre los abusos de su padre un día que ella se encontraba en la calle, conversando con un amigo y el imputado llegó enfurecido, con un palo, ordenándole que entrara a la casa. Su madre salió por detrás y, en medio de la discusión, la menor le gritó: “Éste me abusa desde los 9 años”.
La víctima contó que los tocamientos de su padre habían comenzado a esa edad, y que a los 12 la accedió sexualmente. Los ataques ocurrían generalmente por la noche, cuando su madre, vencida por el cansancio, se quedaba profundamente dormida. Entonces el imputado se pasaba a su cama y abusaba de ella. También lo hacía cuando se quedaban solos en la vivienda.
La menor contó además que su padre le daba pastillas que le provocaban vómitos, para que no quedara embarazada.
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