Mujeres polacas vestidas de negro ondearon banderas negras y tomaron las calles de Polonia el lunes, abandonando sus empleos y clases durante una huelga nacional en protesta por una iniciativa legislativa que prohibiría toda forma de aborto.
Muchos hombres se sumaron a las mujeres en las calles de Varsovia, Gdansk y otros lugares del país de mayoría católica, en el llamado «Lunes negro». Polonia ya tiene una de las leyes sobre el aborto más restrictivas de Europa, y los sondeos de opinión reflejan un escaso apoyo por una ley aún más dura, pese al arraigado catolicismo del país.
Las huelgas y protestas del lunes siguen a una marcha el sábado que reunió a miles de personas ante el Parlamento en Varsovia. Las mujeres vistieron de negro en signo de luto por la temida pérdida de sus derechos reproductivos y por las muertes que temen enfrenten algunas mujeres si la propuesta se aprueba en su estado actual.
La ley vigente, aprobada en 1993, prohíbe el aborto salvo en casos en los que la vida de la mujer esté en peligro, el feto tenga daños irreparables o el embarazo derive de violación o incesto. La nueva propuesta que está analizando una comisión parlamentaria ilegalizaría todas las formas de aborto, incluso en casos de violación o cuando la vida de la mujer esté en peligro, con condenas de hasta cinco años para las mujeres que busquen un aborto y los médicos que los practiquen.
La propuesta de una ley más dura procede de una iniciativa de ciudadanos provida que reunieron 450.000 firmas.
Aunque era difícil medir el seguimiento de la huelga en ciudades pequeñas y áreas rurales, que tienden a ser más conservadoras, la participación en las ciudades parecía significativa el lunes por la mañana.
Una gran multitud se reunió en el centro de Varsovia y la gente salió también a la calle en otras ciudades.
La cadena privada de noticias TVN24, con algunas de sus presentadoras vestidas de negro, emitió imágenes de establecimientos que se habían sumado a la huelga, como un restaurante en Breslavia que cerró para permitir que sus empleadas asistieran a la marcha o un museo en Cracovia donde ninguna de las mujeres acudió a trabajar. En Czestochowa, quizá la ciudad más católica del país, el ayuntamiento indicó que el 60% de sus trabajadoras se había negado a ir a trabajar.
El día de movilizaciones también incluyó una llamada a que las amas de casa rechazaran hacer tareas domésticas.
Los organizadores de la huelga del lunes se inspiraron en una huelga de mujeres declarada en Islandia en 1975, cuando el 90% de las mujeres se negó a trabajar, limpiar o cuidar a sus hijos para expresar su descontento por la discriminación en el entorno laboral. Esa huelga se consideró como un éxito, que visibilizó la situación de las mujeres y llevó a la aprobación de una ley al año siguiente que garantizó la igualdad de derechos para hombres y mujeres..