INTRODUCCION
A través del concepto de ciudadanía trataremos de establecer quienes son sujetos de derechos, y en tal caso si los mismos tienen sexo.
Para poder revelar los obstáculos entre ese ideal universal y el efectivo ejercicio de ciudadanía, en una sociedad patriarcal, y el accionar de mujeres con perspectiva de género que pretende una sociedad más igualitaria.
La incidencia del lenguaje en los medios, en nombrar los cuerpos, las identidades, a fin de generar una visión más inclusiva.
Y por ultimo cómo se materializa los delitos de lesa humanidad en los cuerpos de las mujeres en periodos totalitarios.
DESARROLLO
El postulado más movilizante que inspiró a la Revolución Francesa: ?libertad, igualdad, fraternidad?, simbolizó un estandarte para que hombres y mujeres a fin puedan concretar el ideal de ?ciudadanía e igualdad?, que presuponía los mismos derechos, sin distinción de clase y sexo.
A la toma del poder los varones franceses, se olvidaron de los postulados de la Declaración, por lo que Olympe de Gouges ha pasado a la historia por escribir la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791), esto le costo la vida siendo guillotinada por pelear por los derechos de todas.
En el siglo XX, post- guerra, surge un documento fundamental que tiene como fin la promoción, el respeto de los derechos y libertades como ideal común para todos los pueblos y naciones: ?La Declaración Universal de Derechos Humanos? (1948), con la que resurge nuevamente el ideal de una sociedad más inclusiva, donde el Estado garantiza estos derechos al conjunto social.
Este conjunto de normas prontamente fueron interpeladas por organizaciones feministas y sociales al detectar que las mismas estaban orientadas a proteger solo a un sujeto hegemónico que representa el ideal de ciudadanía: el varón, blanco, adulto, propietario, capaz e ilustrado.
La igualdad de derechos tiene que dirigirse a la desigualdad de sexo, de raza, de edad, del color y de etnia, visibilizando la sexualidad y teniendo en cuenta la discapacidad de las personas.
Esta importante herramienta jurídica, no fue materializada por políticas públicas de los Estados, ya sea por cuestiones de idiosincrasia, por pensamientos conservadores y patriarcales, por políticas neoliberales o por patrones inconcientes profundos, que se afianzaron a través de leyendas, mitos y rituales, como lo explica el movimiento mito poético.(1), entre otros, que pretenden interpretar esta resistencia.
Esto significó el trabajo de distintas organizaciones sociales que como paso previo vieron la necesidad de concientizar y sensibilizar a todas y a todos, fin de romper con este modelo hegemónico, logrando importantes documentos de protección, hasta llegar a ?La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer? (1981),que señala: discriminación es toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquiera otra esfera?.
Como reflexiona Diana Maffia: el gran desafío es ?buscar un universalismo que conviva con la pluralidad de lo humano, sin permitir que un pequeño conjunto de cualidades de sujetos hegemónicos sustituya a la totalidad, inferiorizando y marginando luego las diferencias?.
A modo de ejemplo algunos pensadores griegos y romanos aportaron desde una concepción occidental y cristiana, toda una concepción patriarcal que marco la desigualdad hasta hoy existente.
Aristóteles, defiende un orden jerárquico social fundamentándolo en un orden jerárquico natural.
Establece claramente que existen diferencias, que no todos somos iguales y que la jerarquía divide en roles y subordinaciones sociales.
Afirma que el macho es por naturaleza superior y la hembra inferior, justificar la relación natural entre amo y esclavo, dirá que uno gobierna, pues tiene mayores aptitudes para el mando, y la otra es gobernada.
A partir de estas afirmaciones convalida el status inferior de las mujeres, en el lugar de la naturaleza, del esclavo y de una existencia para ser gobernadas y dominadas.
Hasta hoy se reproduce en cierta medida este estereotipo aristotélico: ?la mujer del ciudadano es necesaria para producir herederos. La familia es una asociación inferior que existe en beneficio de la polis y proporciona los medios para que los hombres libres puedan vivir su vida entregada a propósitos intelectuales y políticos?.
Con el nacimiento del Estado moderno y a partir de la formación de Nación, en el dictado de sus constituciones, y la implementación de las instituciones, no se tuvo en cuenta para la formación de sus órganos la integración y participación de las mujeres en los mismos
La incorporación de la mujeres en la política, fue solo a través de luchas ya a fines del Siglo XIX y mediados del XX,- ?las mujeres se constituyen en actores para elegir y ser elegidas?-.
Una de las medidas adoptada en nuestro país, en busca de la igualdad fue a partir de la sanción de la ley de Cupos de 1994 y su modificación ley 24.012/10 conocida como ?ley de genero? o de ?cupo femenino?, que inicio un nuevo camino hacia la conquista de la igualdad entre las mujeres y los varones.
Por eso debemos tomar a la ?Ley de Cupo? como medida de acción afirmativa o discriminación positiva, adquiriendo mayor representación las mujeres y accediendo a espacios públicos que históricamente le fueron vedados.
Esto contribuyo en a superar barreras y obstáculos que tenían las mujeres para llegar a ocupar cargos en las distintas cámaras legislativas.
En alguna medida las mujeres colaboraron para que se elaboraran leyes que promuevan a los derechos de las mismas: legislaciones específicas sobre los cuerpos de las mujeres: como leyes de salud sexual y reproductiva, de parto humanizado, de acoso sexual, la mas reciente la Ley 26.485/09 – Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, hasta llegar a la discusión actual sobre la despenalización del aborto.
Es importante destacar la reciente sanción la ley de Matrimonio Igualitario, Ley 22618/10, fue acompañada para su aprobación por distintas organizaciones de mujeres, en el entendimiento que esta ley nos aproximara a una sociedad más igualitaria.
Si bien sabemos que la democracia no garantiza la igualdad política, sino a lo sumo las condiciones del terreno en el cual esta igualdad puede ser reivindicada a cada momento, es necesario que las mujeres participen activamente en los espacios de debates, de poder, en instituciones intermedias, gobiernos de la universidades, partidos políticos, organizaciones sociales, en los tres poderes del Estado y en todo lugar que las féminas desarrollen sus relaciones interpersonales.
La construcción de la ciudadanía y sobre todo a los derechos que hacen a las mujeres es un proceso de búsqueda, de militancia, de reivindicación de concientización y compromiso.
Es avanzar hacia un sujeto autónomo, para erradicar toda forma de discriminación hacia las mujeres, en una sociedad androcentrista que construye el derecho vigente con las mismas características que debemos suprimirlo.
Para el ejercicio pleno y el efectivo goce de nuestros derechos existen diferentes instrumentos internacionales que tienen rango constitucional y que están por encima de las legislaciones nacionales y provinciales.
Esto reviste mucha importancia ya que cuando los Juzgados Provinciales no quieren aplicar un tratado internacional (ej Convención de la Mujer) por que no fue reglamentado, debemos apelar argumentando que una vez que el Congreso Nacional ratifica un tratado y lo incorpora a la Constitución este automáticamente debe ser aplicado en las provincias.
?la ciudadanía no se identifica con un conjunto de prácticas concretas (votar, tener libertad de expresión, recibir beneficios sociales del Estado), sino en todo caso con una expresión tan abierta como ?el derecho a tener derechos?, que postula Elizabeth Jelin.
Tanto en la construcción de la ciudadanía como en la construcción de la identidad, resulta relevante hablar de la utilización del lenguaje.
La forma de relacionarnos y de dirigirnos con los demás muchas veces traducen desigualdades que afectan en mayor medida a las mujeres, incorporándolas como normales o naturalizando estas desigualdades.
Quienes hablaron en nombre de las mujeres fueron los varones a lo largo de la historia, hasta no hace mucho tiempo, como dice Álvaro Garcia Mesaguer: ?La lengua no es solo el resultado de una cultura, sino condicionamiento del pensamiento y de la conducta, la lengua es sexista porque la cultura lo ha sido y la cultura es sexista por lo que la lengua lo es?
Las sociedades a lo largo de su historia ha tenido como protagonistas a los varones por lo tanto fueron fundadas por ellos como comisiones de seres humanos, maduros y socializados que se propusieron conjuntamente crear sistemas sociales acordes con sus más básicas necesidades físicas, morales y psicológicas.
Las mujeres a partir de la inclusión en los espacios públicos empiezan a tener voz a ser escuchadas a interpelar el uso del lenguaje sexista, a ser nombradas y a nombrar a partir de las diferencias de identidades y de diversidad de sexual, y a salir de ese papel secundario histórico.
Una realidad es que las mujeres llegan a tener la palabra a través de distintas luchas, con reivindicaciones feministas, sociales, civiles, educativas desafiando a poderes constituidos a la religión y al orden establecido.
Otro desafío son las que dan las mujeres por su condición de clase, por su etnia, por su identidad, por su profesión desde su lugar y con su propio lenguaje toman la palabra y son visibilizadas por sus luchas.
Unas de las formas de violencia es la que se hace visible es a través del lenguaje de los medios de comunicación, en donde las mujeres son tratadas como un objeto sexual, llevando a configurar una violencia simbólica.
Es común ante entrevistas con mujeres que tienen alguna actuación publica se ponga énfasis en cuestiones que hacen a su intimidad, se las indagas sobre su vida privada, o condiciones personales, datos como la edad, la maternidad, al estado civil, que en la misma situación a un varón estas preguntas carecen de sentido, constituyendo así una discriminación por el genero.
Comunicar con enfoque de género es asumir el compromiso de desconstruir y romper con los estereotipos pre-establecidos, elaborar un lenguaje inclusivo, que promuevan la igualdad también a través de las imágenes, del lenguaje y lo simbólico.
Es por ello que nominar los derechos de las mujeres debe ser en el marco de los derechos humanos, en donde el Estado como garante de los mismos tiene el deber de ejecutarlos y velar por su goce efectivo.
LA VIOLENCIA SEXUAL EN LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR: UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.
Sabemos que el totalitarismo, tiene como base ideológica un pensamiento único y absoluto, donde se pondera a la familia, a la religión y a un estado vigilante, exaltando la autoridad masculina con valores patriarcales, donde las mujeres pierden toda gran parte de su condición humana.
Durante la Dictadura Militar (1976-1983), en nuestro país se cometieron hechos y violaciones aberrantes que han sido y están siendo hoy denunciados en los procesos abiertos por crímenes de lesa humanidad, por mujeres victimas de violaciones y de distintos tipos de vejámenes.
Los delitos contra la integridad sexual de las mujeres, en tiempo de guerra o durante regimenes totalitarios, están contemplados en el Código Penal y en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998). El articulo 7 de dicho Estatuto define como crímenes de Lesa Humanidad a la Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable-
EL Estado argentino al suscribir los mismos tiene la obligación internacional de investigar y sancionar a los responsables, a los fines de garantizar el derecho al acceso a la justicia sin discriminación de ningún tipo.
Los cuerpos de las mujeres durante las dictaduras y en situación de guerra son mutilados, torturados, violados en condiciones aberrantes ejerciendo e intensificando la violencia por el solo hecho de ser mujer.
Se debe concientizar en esta problemática a fin de contribuir a la visibilización de la violencia de género presente en el accionar de las Fuerzas Armadas durante las dictaduras, a los fines de obtener una adecuada reparación de los daños causados a las víctimas, lo que necesariamente implica reconocer que las violaciones sexuales son crímenes de lesa humanidad.
El control sobre el cuerpo de las mujeres es fuertemente político y representa el control de la jerarquía masculina.(2)
Estos crímenes aberrantes contra las mujeres formar parte del plan sistemático de represión destinado a doblegar la resistencia de las víctimas, a humillarlas y degradarlas.(3)
Por ello es necesaria la recuperación de las subjetividades de las mujeres, que necesitan recobrar y resignificar su trayectorias e identidades políticas, y asumirse no solo como victimas del Terrorismo de Estado sino como victimas de violencia sexual dentro de un plan sistemático.
CONCLUSION
Reflexionando sobre la situación de las mujeres y como ejercer nuestros derechos a fin de lograr la ciudadanía plena en forma colectiva debemos: darnos estrategias, ocupar espacios públicos de participación, debemos romper las barreras de opresión a las que estuvimos sometidas, empoderarnos de los derechos ya logrados, incidir en las políticas publicas a fin de dar mas inclusión social a las oprimidas.
Adquirir mas ciudadanía seguramente nos llevara a una sociedad con menos violencia contra las mujeres, hasta llegar al ideal a una sociedad sin violencia y mas justa.
El lenguaje en una sociedad, es de fundamental importancia, para un trato mas igualitario, dar la palabra a quienes no tienen voz y fueron silenciadas históricamente, por un pensamiento construido desde lo patriarcal en donde los niños, mujeres y esclavos eran incapaces sin poder decisión, debemos des-estructurar este pensamiento si queremos construir una sociedad más equitativa e inclusiva.
Meditar sobre violencia sexual en la dictadura constituye una instancia en la que es posible hacer visible el impacto diferenciado sobre las mujeres en las prácticas de violencia política.
Las violaciones hacia las mujeres nos permiten observar cómo opera la estructura jerárquica entre los géneros en tiempo de paz y de guerra y dictaduras.
La incorporación de la perspectiva de género contribuirá a repensar las políticas de justicia, memoria y reparación, al develar estos aspectos silenciados.
Por ello debemos trabajar con perspectiva de género para lograr Políticas de Estado más inclusivas a favor de las mujeres y en contra de toda forma de discriminación.
Iniciar un camino hacia un cambio cultural que no es solo un esfuerzo de las mujeres sino de la sociedad en su conjunto.
Es así que las feministas acuñaron un slogan: ?pocas mujeres en política cambia a las mujeres, muchas mujeres en política cambian la política?.
BIBLIOGARFIA
1. Elizabeth Jelin, ?La construcción de la ciudadanía: entre la solidaridad y la responsabilidad?, E. Jelin y E. Hershberg (comp) Construir la democracia: derechos humanos, ciudadanía y sociedad en América Latina. Caracas, Nueva Sociedad, 1996
2. Maffía, Diana (2001) ?Ciudadanía sexual?, en Feminaria, año XIV, N° 26
3. www.cladem.org
4. Las mujeres y el Bicentenario. Area Municipal de la Mujer. Salta Mundo grafico Salta 2010. 1 Ed.
5. Hayde Birgin. Ed derecho y el Genero y el Derecho Ed. Biblos, 2000. 1 ed.
6. Construir la igualdad. Por una ciudadanía sin exclusiones. Maria Julia Palacios Violeta Carrique- Eunsa Editorial de la Universidad Nacional de Salta 2008.
7. Sexo y filosofía sobre mujer .poder, Amelia Valcarcel.
8. Derechos Humanos de las Mujeres. INSGENAR. Autora Susana Chiarotti Rosario Argentina 2010.
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(1) Teresa Valdez, José Olavaria. Isis Internacional.1997. Ediciones de las Mujeres N°24
(2) Rita Segato, antropóloga argentina radicada en Brasilia especializada en género y derechos humanos.
(3) María Sonderéguer, profesora titular e investigadora de esa casa, y directora del Centro de Derechos Humanos ?Emilio Mignone? de la Universidad. Sonderéguer es también profesora de la Cátedra Cultura para la Paz y Derechos Humanos que preside Adolfo Pérez Esquivel en la UBA y Directora Nacional de Formación en Derechos Humanos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
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