Grecia ha empezado a aplicar hoy el acuerdo de registro y devolución de migrantes a Turquía, pero el destino de los más de 48.000 que permanecen en campos de acogida o improvisados en su territorio -como es el caso de Idomeni, donde se amontonan 12.000- sigue en el aire.
Las autoridades griegas tratan de convencer a los migrantes de Idomeni de aceptar el traslado a uno de los campos organizados en territorio heleno a la espera de que se ponga en marcha el plan europeo para reubicar a 160.000 personas en territorio de los 28.
Los países miembros de la UE apenas han aceptado poco más de 700 a pesar de las cuotas pactadas, si bien el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, volvió a insistir tras la firma del acuerdo UE-Turquía que las reubicaciones desde Grecia deben alcanzar las 6.000 mensuales y conminó a los países miembros a mostrar «solidaridad».
En el campo fronterizo de Idomeni, Abdelatif, ingeniero procedente de Alepo, en Siria, explica a Efe que no quiere ser reubicado dentro de Grecia, y que no tiene más opciones que cruzar la frontera: «Envié a mi familia a Düsseldorf, en Alemania, y ahora quiero reunirme con ellos», dice con tristeza.
Abdelatif tiene cuatro hijos, el mayor de 17 años -que empieza a estudiar medicina en Alemania- y el menor de cinco; todos se trasladaron con su mujer a la ciudad alemana cuando las fronteras estaban abiertas mientras él se quedó en Siria vendiendo sus posesiones para tener un poco de dinero con el que empezar de nuevo.
La opinión de Abdelatif es que muchos, entre ellos él mismo, no tienen ya paciencia para seguir el curso legal y explica que «la gente (en Idomeni) cruzará la frontera, ya sea legal o ilegalmente».
El Gobierno heleno ha empezado a vaciar los centros de registro de las islas del Egeo, y desde la pasada medianoche la frontera marítima está cerrada a los inmigrantes irregulares que llegan a Grecia desde ese país, en virtud del acuerdo entre Bruselas y Ankara.
Después del traslado de 2.500 personas desde Lesbos ayer al puerto septentrional de Kavala, esta mañana zarpó nuevamente un ferry con 1.300 refugiados a bordo con el mismo destino.
Esta mañana también llegaron cerca de 1.600 refugiados desde la isla de Quíos a Elefsina, localidad portuaria en la región capitalina de Ática.
Los refugiados que todavía quedan en las islas, 7.136 según cifras oficiales, serán transportados a los puertos de Skaramangas, (Ática occidental), Volos (Grecia central) y Kavala (noreste de Grecia), desde donde serán trasladados a instalaciones de acogida en todo el país, facilitadas por el ejército griego.
Las autoridades tratan de evitar con esto que el puerto ateniense del Pireo se llene todavía más, pues allí se acumulan ya unas 4.300 personas.
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