Ayer, Martin Soria, en su primera actividad pública como ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, dialogaron sobre la necesidad de avanzar en una reforma integral y estructural de los sistemas judiciales para garantizar un Estado cercano a las realidades de mujeres y LGBTI+ y elevar los estándares de vida democrática en el país.
El encuentro se realizó en el marco del conversatorio “¿Cómo incorporar la perspectiva de género en el Poder Judicial?” que organizaron ambos ministerios y del que también participaron Diego Molea, Presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación y Vanesa Siley, diputada y consejera de la Magistratura de la Nación.
Al inicio de su exposición, Soria señaló: “desde que el Presidente Alberto Fernández me honró con su convocatoria a formar parte de su Gabinete, coincidimos en que la Reforma Judicial debe incorporar necesariamente la perspectiva de género: es lo que reclama este tiempo histórico, es el reclamo de toda la ciudadanía, es lo que impone la cruda realidad que nos impone el día a día. Los sistemas de justicia, lejos de garantizar los derechos de las mujeres y minorías, consolidan violencias y estereotipos de género”.
Por otra parte, sostuvo que es necesario incluir la perspectiva de género en los procesos de selección y cumplir con la paridad de género en las ternas de postulantes. Y agregó: «Todos los jefes de los ministerios Públicos Fiscales provinciales son varones. ¿Cómo vamos a tener una justicia con mirada de género si las fiscalías, que deben representar los intereses de las víctimas, tienen un techo impenetrable?
Por último, Soria aseguró que «el acceso a la justicia es fundamental, pero de nada sirve si la Justicia no reacciona. Por ejemplo, el Ministerio repartió a los Poderes Judiciales 1600 dispositivos duales de alarma para evitar que los agresores se acerquen a las víctimas. Pero sólo la mitad están en uso. ¿Cuántos femicidios se habrían evitado si la Justicia no hubiese guardado esos dispositivos debajo de un escritorio?»
Por su parte, Gómez Alcorta señaló que en la pregunta por el rol de los Poderes Judiciales se juega la calidad democrática de la vida en sociedad. En ese contexto, hizo mención al informe del Observatorio de Democracia Social Argentina que da cuenta de cómo disminuyó la confianza en el Poder Judicial entre 2010 y 2018. En ese sentido señaló que “entre el 2010 y el 2015 esa credibilidad osciló entre el 22 y el 20,8 %. Es decir que 1 de cada 5 argentinos y argentinas creía en el Poder Judicial. Entre 2015 y 2018 ese índice cayó al 7,5%, lo que constituye una baja enorme en la legitimidad del poder del Estado que tiene una función muy clara que es garantizar nuestros derechos e intervenir en los conflictos interpersonales”.
Luego agregó, que no es casual que históricamente y sobre todo en el último tiempo, las mujeres tengan menor confianza que los varones en las intervenciones de los poderes judiciales. “Este dato se suma a otro muy importante que es una demanda que sin lugar a dudas viene del movimiento de mujeres, que es instalar que además de otros problemas vinculadas a la confianza de la intervención del poder judicial, cuando éste interviene en conflictos que están vinculados a derechos de las mujeres y diversidades efectivamente tiene enormes déficits y de todo tipo”.
En ese sentido señaló que “teniendo en cuenta que los estereotipos de género impactan tanto en las normas, en las reglamentaciones, en los procedimientos y en las prácticas y en la organización judicial las reformas que tenemos que llevar adelante son estructurales”. En ese contexto expuso algunos de los 15 lineamientos que propuso el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad para trabajar las reformas en los distintos poderes judiciales para incorporar la perspectiva de género en la administración de justicia. “Pensar en una administración de la justicia con perspectiva de género implica necesariamente pensar un Poder Judicial más cerca del pueblo, que nos asegure estándares más altos de vida democrática”, concluyó Gómez Alcorta.
Siley celebró que se inicie una gestión desde el Poder Ejecutivo de la Nación con la pregunta respecto a cómo abordar la perspectiva de género hacia adentro del Poder Judicial. Y señaló: “Nuestro país se ha robustecido en este sentido. Ya es imposible que se discuta una norma y una ley en argentina y no se tenga en cuenta este criterio”. Por otro lado agregó: «La publicidad de quienes representan el Poder Judicial es importante. Los jueces deben explicar sus sentencias públicamente. Hay muchos trabajadores y muchas trabajadoras judiciales que se desviven por brindar un buen servicio. Es necesario que salgan a poner sobre la mesa los problemas que tiene el Poder Judicial. Esto es una discusión de la democracia, por eso siempre es importante tenerla. Es ahora y es con nosotras”, finalizó.
A su turno, Molea señaló que se deben revertir las desigualdades en la estructura del Poder Judicial en el que, señaló existen más mujeres en lugares de menor rango y más varones en los que haya más responsabilidades. “Sólo hay un 30% de mujeres en ámbitos de decisión”, detalló. Por otro lado, señaló que las decisiones que toman los magistrados, en la mayoría de los casos, no tienen perspectiva de género. “A mí me gustaría un poder judicial que le pida al Ministerio más botones antipánico, más pulseras de proximidad”.