La Otra Voz Digital Directora Marta César
Este 22 de abril por la mañana, Día de la Madre Tierra, otra patota contratada por el empresario Joaquín del Sagrado Corazón de Jesús Somoza ingresó al campo de la familia Velázquez, dedicada a la producción agroecológica en Ministro Rivadavia, zona rural de Almirante Brown, Provincia de Buenos Aires.
Imagen :UTEP-Cloc-La Vía Campesina
Los usurpadores ingresaron con tres topadoras, golpearon a los habitantes (entre ellos a la madre de familia, de 64 años), destruyeron parte de las instalaciones y, a las once de la mañana, comenzaron a colocar un alambrado para usurpar parte de las tierras, a pesar de que existe una decisión judicial contraria.
Somoza está edificando un club de campo lindero a las tierras de la familia Velázquez y desde hace años intenta expulsar a sus miembros, que viven allí desde 1979.
Ya el 20 de noviembre de 2020, Joaquín Jesús Somoza y su hijo Martín Somoza habían ingresado con un grupo de policías y otras 30 personas armadas al campo de la familia Velázquez, golpeando a sus miembros y destruyendo posesiones, con la intención de quedarse con las tierras. En ese momento y sin orden judicial alguna, la policía se llevó detenido a uno de los hermanos Velázquez. El hombre fue liberado al día siguiente pero le iniciaron una causa falsa por supuesta portación de armas.
Otro ingreso violento similar por parte de los Somoza había sucedido en 2014 (ver notas en Página 12 https://bit.ly/2J0Cpzo y en Télam https://bit.ly/39aIPab).
En enero, el Movimiento Nacional Campesino Indígena – La Vía Campesina (MNCI VC, organización a la cual pertenecen los Velázquez y que forma parte de la UTEP Rama Agraria) había informado que ambas partes realizaron una medición y un alambrado de común acuerdo, tras una mediación judicial. Hoy, los Somoza volvieron a avanzar contra los productores y contra la justicia.
El emprendimiento de los Velázquez da trabajo a la familia y a otros 23 vecinos y vecinas de la zona rural de Almirante Brown. Las actividades que allí se desarrollan están inscriptas en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF) y en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), dependiente de SENASA. Su tarea brinda un salario social para las familias vecinas y, a la vez, permite una formación en la producción agroecológica y el acceso a alimentos sanos.
Las familias campesinas tienen derecho a trabajar y vivir sin miedo. #TierraTechoTrabajo
