El «techo de cristal» también presente en la Justicia de Salta

A través de los datos relevados por la Oficina de la Mujer de la Corte de Justicia de la Nación, puede observarse claramente que pese a la importante cantidad de presencia femenina, tanto en la Justicia Federal como en la Provincial, el acceso y la distribución de los cargos de mayor jerarquía quedan claramente destinados a los hombres dentro del distrito Salta. El tan conocido techo de cristal*, que impide el avance en la carrera profesional de miles de mujeres, parece evidenciarse en esta distribución.

Sobre esto, la delegada en Salta del INADI, destacó que en términos generales «el mapa arroja una desigual representación de las mujeres, siendo mayor en el piso y menor en la cúspide de la estructura judicial, tanto si se la mira a nivel nacional, como en las diferentes jurisdicciones».

Spaventa señaló también que resulta «interesante» – aunque «lamentable» – «observar que los resultados del mapa al interior de un estamento, como por ejemplo la Corte Suprema de Justicia de la Nación, también reproduce esta estructura, con escasa representatividad de mujeres entre l@s ministr@s, inexistente entre los secretarios, con una ampliación paulatina hacia abajo».

Con respecto a los Tribunales Superiores de las Provincias, la abogada expresó que allí la representacion femenina «es superior en términos relativos, ya que hay que tener presente que varias constituciones provinciales aseguran «cuotas» en la composicion de sus tribunales».

En base a lo expuesto hasta aquí, y teniendo en cuenta este mapa, podemos mencionar que la Justicia Federal de esta provincia esta integrada por un 48% de mujeres y un 52% de hombres, siendo los cargos de mayor jerarquía ocupados sólo por hombres, con tres camaristas y cinco jueces varones.

Hacia abajo, los cargos se distribuyen entre hombres y mujeres, con 10 secretarios, 14 secretarias, 17 prosecretarios, 12 prosecretarias, y 14 varones y 10 mujeres que tienen la máxima categoría administrativa.

En la Justicia Provincial, si bien el mayor porcentaje esta cubierto por mujeres, con el 61% de estos puestos ocupados por ellas y el 39% de varones, la distribución por cargo y sexo sigue marcando la disparidad en el acceso a los escalafones más altos.

En la distribución mencionada, en Salta hay 5 ministros y 2 ministras, 28 camaristas varones y 10 camaristas mujeres, 41 jueces y 36 juezas, 46 secretarios y 143 secretarias, mientras la máxima categoría administrativa esta integrada por 24 varones y 114 mujeres.

Datos a nivel país

A nivel nacional, la situación es menos evidente en la Justicia Federal que en la suma de las jurisdicciones provinciales cotejadas, con un 54% de mujeres y un 46% de varones y una distribución de 1.408 varones y 1.029 mujeres en la Corte de Justicia de la Nación, 25.796 hombres en los Tribunales Superiores y 31.669 mujeres, 5.753 varones y 7.061 mujeres en las Cámaras Federales y Nacionales; 755 hombres en el Ministerio Público de la Defensa y 955 mujeres, 2.168 varones en el Ministerio Público Fiscal y 2.031 mujeres.

En las provincias, el total asciende a cargos ocupados por un 55%
de mujeres y un 45% de hombres; mientras la brecha en cuanto a la distribución por los lugares de mayor jerarquía, teniendo en cuenta el sexo se hace más notorio. Es así, que en el rango máximo, los ministros son 101, mientras las ministras llegan a 25.

En el caso de camaristas, ellos ocupan 779 lugares, mientras las mujeres sólo llegan a cubrir 298 puestos de este tipo. Este fenómeno, también se da en el nivel de los jueces con 1.767 varones y sólo 1.203 juezas.

Otro dato no menor, es que tanto en los puestos en las secretarías como en la máxima categoría administrativa se da el mayor número de mujeres, con 2.529 secretarias y 1.469 secretarios y 1.062 personas de sexo femenino en el más alto rango de los lugares administrativos y 765 varones.

Cabe destacar asimismo, que los datos evaluados hasta aquí por la Oficina de la Mujer de la Corte de Justicia de la Nación corresponden a 15 jurisdicciones dentro del territorio nacional.

*Según la doctora en Psicología Clínica, especialista en Estudios de Genero y Salud Mental, se denomina techo de cristal «a una superficie superior invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.?

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