Una de las víctimas de los supuestos abusos de dos curas en un instituto sordomudo de Mendoza contó, a través de una carta, la pesadilla que vivió cuando tenía 15 años.
La joven apuntó contra los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Cobarcho como los autores del abuso sexual que sufrió: «Me manoseaban, pero no llegaron a violarme».
Su testimonio fue clave para avanzar en la acusación contra los sacerdotes acusados de cometer vejamenes y castigos a los niños hipoacúsicos de la Escuela Próvolo de Luján.
Recordó que en 2005 Corbacho y Corradi la «empezaron a manosear». Además, señaló que no llegaron a violarla porque se defendía y los golpeaba para que se alejaran de ella.
Aseguró que la peor parte del horror se la llevaban los niños: «A ellos los violaban y los castigaban porque no podían defenderse».
Tras sus detenciones, los sacerdotes están siendo sometidos a pericias psicológicas en el Cuerpo Médico Forense, al igual que muchas de las víctimas.