La denunciante contó que el 28 de marzo de este año su expareja, que estaba en estado de ebriedad, entró en su casa por la ventana y se encerró en su habitación, donde ella dormía.

Agregó que se sentó en su cama y se largó a llorar. Ante esta situación ella se fue a la habitación de su hermana y alertó a sus padres, que comenzaron a discutir con el acusado y llamaron a la policía. Finalmente dijo que él había sido notificado de la prohibición de acercamiento en un radio de trescientos metros.
Por este hecho, el juez de la Sala I del Tribunal de Juicio,Leonardo Gabriel Feans, condenó al joven de 25 años a la pena de quince días de prisión efectiva por ser autor del delito de desobediencia judicial. Además dejó sin efecto la modalidad condicional de una condena anterior y unificó ambas en la pena única de dos años de prisión efectiva.
Será alojado en la Unidad Carcelaria 1 de Villa Las Rosas hasta cumplir su condena. El joven deberá realizar un tratamiento psicológico y psicoterapéutico por la adicción que dijo padecer.