La Otra Voz Digital Directora Marta César
La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien está al borde de enfrentar un juicio político con fines de destituirla del cargo, recibió hoy el apoyo de un grupo de mujeres a las que les dijo que tiene el «alma lavada».
El acto, convocado por parlamentarias que apoyan a Rousseff, contó con la participación de unas 400 mujeres que portando flores y carteles con frases de respaldo a la mandataria se acercaron al Palacio do Planalto, sede del Gobierno.
Como no acostumbra hacerlo y por primera vez en un acto no oficial desde que asumió el poder en enero de 2011, Rousseff rompió el protocolo y los esquemas de seguridad para bajar por la rampa y encontrarse con el grupo.
La mandataria, acompañada por la ministra de Políticas para Mujeres, Eleonora Menicucci, y por la presidenta del banco estatal Caixa Económica Federal, Miriam Belchior, permaneció durante unos veinte minutos con el grupo, posó para fotografías con las activistas y saludó a una buena parte de ellas.
«Hay muchas mujeres, ¿no?. «Estoy con el alma lavada», declaró visiblemente emocionada la mandataria, arropada literalmente de flores.
La manifestación de apoyo se dio en momentos en el que el presidente del Senado, Renan Calheiros, anticipaba para el próximo lunes la instalación de la comisión especial que analizará el proceso para un juicio político contra la mandataria.
El trámite en el Senado comenzó hoy mismo, con la lectura de un informe remitido por la Cámara de Diputados, que el pasado domingo votó por la continuidad del proceso que puede llevar a la pérdida del mandato de la presidenta, acusada de maniobras fiscales en la presentación de cuentas de su gestión en 2014 y 2015.
En la Cámara de Diputados, 367 diputados votaron a favor de la apertura del juicio, 137 en contra, siete se abstuvieron y dos no estuvieron presentes en la sesión de más de nueve horas en el plenario de ese órgano legislativo.
Si el pleno de la Cámara Alta respalda por mayoría simple (42 votos) la apertura del juicio político, Rousseff será separada del cargo mientras dure el proceso y será reemplazada por el vicepresidente Michel Temer, durante los 180 días que puede durar el trámite.
En caso de que la destitución fuera confirmada por dos tercios (54 votos) del Senado, Temer completará el mandato que vence el 1 de enero de 2019.
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