Semana de la memoria

Dieron cátedra sobre «buenos usos de la genética» para restituir niños robados

Los » Buenos usos de la Genética»aplicada a la restitución de niños robados por la última dictadura ( 1976-1983) fue el eje de una clase de Abuelas de Plaza de Mayo y especialistas en la facultad de Agronomía, que formó parte de las actividades con las que la UBA conmemora el Día Nacional de la Memoria.abuelas genetica

Los «buenos usos de la genética» aplicada a la restitución de niños robados por la última dictadura (1976-1983) fue el eje de una clase de Abuelas de Plaza de Mayo y especialistas en la Facultad de Agronomía, que formó parte de las actividades con las que la Universidad de Buenos Aires (UBA) conmemora el Día Nacional de la Memoria, el 24 de marzo, que incluye además la colocación de baldosas con nombres de estudiantes y docentes desaparecidos en Filosofía y Letras y la restitución de legajos a familiares en Arquitectura.

Organizada por la cátedra de Genética de la Facultad de Agronomía, con el docente Gustavo Schrauf, la clase magistral fue dada por el genetista Víctor Penchaszadeh, uno de los autores del “índice de abuelidad” que permitió la identificación de 119 nietos, y la vicepresidenta de Abuela de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, en el salón de actos colmado por estudiantes y ex alumnos.

Penchaszadeh reseñó “los buenos y los malos usos de la genética”, y los antecedentes de la supresión de identidad de hijos de disidentes políticos durante la dictadura española de Francisco Franco (1936-1975) y el terrorismo de Estado en Argentina.

El psiquiatra Vallejo Nájera «hablaba de una eugenesia de la hispanidad” para la que proponía separar a los republicanos de sus hijos, involucrándolos en una “atmósfera sobresaturada de moralidad” similar a la que postulaba “el ‘carnicero’ general (Ramón) Camps al separarlos para que no fueran criados por los subversivos”, refirió el genetista, uno de los organizadores del Banco Nacional de Datos Genéticos creado por Abuelas en 1987.

Es así que la genética argentina gestó la “inclusión de abuelidad en ausencia de los padres, cotejando sus grupos sanguíneos y antígenos de histocompatibilidad con los de sus presuntos abuelos”, como metodología para identificar niños a partir de indicios de que hijas o nueras habían dado a luz en campos clandestinos de detención.

La primera nieta identificada en 1984 fue Paula Logares, hija de dos estudiantes de Agronomía desaparecidos, apropiada por un policía en 1978 y primer caso exitoso del ‘índice de abuelidad’ basado en una docena de marcadores de ADN mitocondrial, heredado por linaje materno.
“Decimos que hemos logrado dilucidar 119 casos, y cada uno nuevo se lo comunicamos a Naciones Unidas”, que reconoce la lista de unos 400 nietos elaborada por Abuelas de Plaza de Mayo desde 1977, habló Roisinblit.

Con 90 años y extraordinaria energía, detalló las 119 identificaciones: “Cinco fueron encontrados muertos; 60 recuperados en la niñez; 15 continúan viviendo con sus padres adoptivos de buena fe; y los demás hicieron la identificación por iniciativa propia”, ya de adultos.

El trabajo que “hemos hecho, hacemos y seguiremos haciendo las Abuelas es encontrar a un nieto, (que es) el trabajo de un grupo, porque ninguna puede sola”, planteó al joven auditorio.

“Las Abuelas encontramos a mi nieto -reivindicó-. Eso es lo único que tengo: la experiencia de todos estos años desde cuando empezaron a llevarse a nuestros hijos y no nos quedamos en casa sino que salimos a luchar”.

De su casa salió Rosa a buscar a su hija de 26 años, Patricia Tarlovsky, a quien secuestraron con una nena de año y medio que devolvieron a la familia, y embarazada de ocho meses de un niño que nació en el centro clandestino de detención ESMA y cuya identidad fue restituida en 2004.

“Con Estela (de Carlotto, presidenta de Abuelas) colaboramos en Ginebra en la confección de tres artículos -el 7, 8 y 11- de la Declaración Universal de los Derechos del Niño”, concernientes a la identidad: al 8 le llaman el ’artículo argentino’ en referencia a la lucha y la metodología para la restitución.

Rosa concluyó: “Cuando ya no haya más una Abuela, nuestros jóvenes, algunos de ellos nuestros nietos, lo van a hacer: esto va a seguir, señores, mientras haya un nieto que quiera hacerse un análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos”.

El próximo jueves a las 10 de la mañana en el jardín de la Memoria, y antes de marchar a la Plaza de Mayo junto a la habitual multitudinaria manifestación popular, Agronomía dará a los familiares copias de los legajos de 29 estudiantes, un docente y un no docente desaparecidos de la Facultad.

También lo hará Filosofía y Letras, que además colocará baldosas con los nombres de estudiantes y docentes desaparecidos e inaugurará un mural en Puán 480, en colaboración con Barrios para la Memoria y con cantos de Liliana Herrero.

Asimismo, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo restituirá legajos de más de un centenar de estudiantes y docentes, en el inmenso patio interior del que cuelga un gigantesco cartel que les dio rostro en el transcurso de los años de reconstrucción de las identidades de las víctimas de la represión, evocadas en la universidad en la Semana de la Memoria.

 

Imagen : memoriaaudiovisual.cl