Un sujeto de 65 años fue condenado en juicio abreviado a la pena de diez años y seis meses de prisión efectiva por delitos de abuso sexual.

El juez Francisco Mascarello, vocal de la Sala VII del Tribunal de Juicio, encontró al acusado autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización agravado por el vínculo y la guarda en perjuicio de su nieta de 8 años; abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización agravado por la guarda en perjuicio de una menor, y abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente con una menor de dieciocho años continuado y coacción, en concurso real, en perjuicio de otra menor, todo en concurso real.
El juez ordenó que el sujeto permanezca alojado en la Unidad Carcelaria 1 y que realice tratamiento psicológico relacionado con los delitos por los cuales fue condenado. Dispuso además que se le extraigan muestras de ADN para su inscripción en el Banco de Datos Genéticos.
Al enterarse de estos hechos, la mujer habló con sus hijas mayores, de 12 y 14 años y les preguntó si les había ocurrido algo similar. Al principio no quisieron hablar porque tenían miedo, pero luego una de ellas le contó que el imputado también había abusado de ella.
Por otro lado, el sujeto fue denunciado por otra expareja de su hijo, quien también tenía una hija menor de edad (14). La mujer contó que recibió un llamado telefónico de la preceptora del colegio de su hija solicitándole que se presentara para una reunión. Fue y entonces la directora le dijo que habían encontrado a la menor en el baño autolesionándose en el brazo. Cuando hablaron con ella, expresó que había sido víctima de abuso sexual cuando tenía 10 años por parte del padre de su padrastro. La denunciante explicó que había estado en pareja con el hijo del imputado durante un año.