La Otra Voz Digital Directora Marta César
Lo que ocurrió hoy es un paso importante que se ha dado en la causa de mi hija, Marita Verón, para rechazar el vergonzoso fallo de absolución, que hace un año me indignaba a mí y a toda la sociedad.
En aquel entonces dije que iba a seguir luchando y que iba a seguir reclamando Justicia. Así lo hice, y hoy obtuve resultados. Algunos se enojaron por la manera en la que me expresé, pero yo perseveré y seguí hacia delante de todas maneras.
Es alentador el fallo, aunque no puedo decir que estoy conforme del todo dado que dos han permanecido absueltos. Sin embargo, me consta que a raíz de la causa de mi hija ellos ahora están muy complicados por los delitos de venta ilegal de armas, drogas y lavado de dinero. De esa no van a zafar.
Hace 12 años que estoy reclamando verdad y justicia, y todavía no sé dónde está mi hija o qué ha sido de ella. Micaela, mi nieta está creciendo sin su mamá. Sin embargo, intento ver la parte positiva de todo esto, y estoy profundamente agradecida a todos los que me apoyaron y pusieron su granito de arena para llegar a este momento, desde la Presidenta de la Nación hasta el ciudadano común.
Es mi más profundo deseo que la Justicia cambie y que no tengamos que padecer de esta terrible lentitud, que duele.
A primeras horas de la tarde, recibí un llamado de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y ella me dijo que estaba muy contenta con estas novedades y que me felicitaba por todo el trabajo que estamos haciendo, desde la Fundación que presido, por defender la vida, los derechos de las sobrevivientes del delito de trata y por los derechos humanos en general. También quiso hablar con mi nieta, y lo hizo por unos minutos de manera muy natural y distendida.
Más allá de la anécdota, lo que demuestra este fallo es que los jueces del juicio del año pasado no hicieron las cosas bien, y su accionar deja a la luz complicidad con los delincuentes que arrancaron a mi hija de mi lado.
Esto no termina acá. Es sólo un capítulo más de la historia que nos tocó vivir a mi nieta y a mí. Hasta no obtener verdad y justicia, no voy a parar.
Muchas gracias a todos y a todas.
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