La Otra Voz Digital Directora Marta César
El juicio por la muerte de la desaparecida Marcela Mamaní comienza la recta final. La sentencia se conocería mañana.
Falta poco para que concluya el primer juicio en la historia de Salta en el que se juzga a un acusado por el homicidio de una persona desaparecida, es decir, una muerte sin cuerpo. José Aramayo escuchará hoy los pedidos de pena en la causa seguida en su contra por el asesinato de su ex pareja, Marcela Mamaní.
Desde las 9 en la Sala II del Tribunal de Juicio, los jueces Pablo Farah, Carolina Sanguedolce y Ángel Longarte escucharán los alegatos del mérito de la prueba y los pedidos de pena que pronunciarán el fiscal Pablo Paz, el abogado querellante, Pedro Arancibia y los defensores Pablo Calisaya y Federico Magno.
En la requisitoria de elevación a juicio, el fiscal había solicitado 15 años de prisión para Aramayo y se presume que esto no se modificara, mientras que Arancibia también adelantó que pedirán la condena. Por su parte, los defensores pedirán su absolución.
La discusión fundamental gira en torno al material probatorio en el que se sustenten las partes. Desde el lado de los acusadores se basan en las declaraciones testimoniales que señalaron que el imputado solía golpear a Mamaní, en el informe de la licenciada Emilce Medina, quien había entrevistado a la víctima cuando denunciaba violencia doméstica y en el informe del perfil psicológico de Aramayo que lo describe como un hombre violento.
Los defensores insisten que no existe prueba suficiente que derribe la presunción de inocencia, ya que nadie lo vio con Mamaní la noche
que desapareció, ni se ha encontrado ningún tipo de rastro o evidencia que lo vincule al delito por el que se lo acusa.
La escasa -pero existente- jurisprudencia nacional en juicios por homicidios sin cuerpo de la víctima, indica que para condenar se requieren pruebas fehacientes y lo suficientemente contundentes y vinculantes.
Imagen : La Gaceta
