La joven asesinada cumpliría hoy 20 años. A días del juicio, redujeron la cantidad de testigos. Revelaciones, dudas y el mapa del crimen

Gisela López hubiera cumplido hoy 20 años. A menos de un mes de que comience el juicio por su femicidio, el 24 de abril, 9 Ahora conoció que la fecha del certificado de defunción no coincide con la de la autopsia realizada al cuerpo de la joven, que fue hallada asesinada en Santa Elena el 10 de mayo de 2016. Además, en medio de las grandes dudas que envuelven al emblemático caso, el fiscal auxiliar de La Paz, Santiago Alfieri, informó que hubo una restricción de la cantidad de testigos a casi la mitad por un acuerdo con la defensa.
Gisela desapareció el viernes 22 de abril alrededor de las 22.30 en una zona conocida como El Bajo cuando volvía de la escuela. Fue vista por última vez en el lugar por un hermano que pasaba en moto, a tan sólo 200 metros antes de llegar a su casa, ubicada en el barrio 120 Viviendas, en el ingreso a la ciudad.
Tras 18 días de búsqueda y de intensos rastrillajes policiales, su cuerpo sin vida fue encontrado en El Bajo tapado por pastos y una bolsa de consorcio, por un adolescente que iba pasando a caballo. Estaba a unos 150 metros del domicilio de la familia de la joven. A casi la misma distancia se ubica la casa de los sospechosos de haberla matado, los ladrilleros Saucedo, vecinos del lugar.
LA AUTOPSIA Y UNA DUDA CRUCIAL
De acuerdo a los datos de la autopsia, Gisela López falleció producto de un estrangulamiento con el cordón de una zapatilla. Nunca fue informado si hubo abuso sexual, aunque sí había indicios de abuso físico. La data de muerte se fijó en 18 días, los mismos que llevaba desaparecida, es decir el 22 de abril.
Sin embargo, ahora se conoce que el Testimonio de Defunción que el Registro Civil de Santa Elena le dio a la familia de la joven informa que el deceso ocurrió “el 1° de mayo aproximadamente”, ocho días después de esa fecha. No obstante, en diálogo con este Portal, el fiscal Alfieri dijo que “eso puede ser una ficción, una cuestión arbitraria y formal registral, no científica“. Y reafirmó: “Gisela murió la noche del 22“.
5 IMPLICADOS: 4 DETENIDOS Y UN DESCONOCIDO
El 22 de junio, cuatro personas fueron detenidas como las presuntas autoras del brutal femicidio. Mario e Iván Saucedo -padre e hijo de 54 y 29 años respectivamente- y Matías Vega -de 19 años- fueron imputados por “Homicidio calificado por violencia de género, por alevosía y específicamente por ser criminis causa“, según precisó oportunamente el fiscal. La cuarta persona detenida fue identificada como Rocío Altamirano -de 19 años, pareja de Saucedo hijo-, quien fue imputada por encubrimiento y falso testimonio en concurso ideal”.
Mario Saucedo es el dueño de una precaria fábrica de ladrillos, en la que se desempeñaban los otros tres sospechosos de una u otra forma. Está denunciado por intentar abusar de una menor. Días antes de la desaparición de la joven intentó “contratar” una adolescente para mantener relaciones sexuales.
Iván Saucedo, su hijo, está imputado por una causa por drogas en 2015 en Santa Fe. Hay declaraciones que aseguran que lo vieron con la víctima en una situación dudosa, el mismo día de su desaparición.
Según trascendió, ambos sospechosos son cazadores con experiencia y tienen antecedentes de robos de animales en la zona. Esto cobra relevancia dado que el cadáver de Gisela apareció tapado con yuyos y maniatado con un nudo específico.
Matías Vega, alias “Matute”, habría participado del traslado de la víctima. Es el único que declaró cuando fue detenido, ya que los otros tres se abstuvieron durante la indagatoria inicial.
Rocío Altamirano, pareja de Iván Saucedo, no tiene antecedentes penales. Sabría lo que pasó en la casa de los Saucedo e incluso podría haber participado como la cuidadora de la víctima en un supuesto cautiverio. En noviembre contrajo una unión convivencial con Matías Vega.
La joven permanece en su domicilio cumpliendo con una prisión preventiva en la modalidad domiciliaria, mientras que los otros tres detenidos se encuentran alojados en la Unidad Penal N° 1 de Paraná, a la espera del juicio.
Además, se pudo determinar científicamente que hay una quinta persona implicada en el crimen, todavía desconocida, gracias a un rastro genético que se halló en el cuerpo de Gisela y que es distinto al de los detenidos.
EL JUICIO
El juicio por el femicidio de Gisela López comenzará un año después de su desaparición, el 24 de abril de 2017. Las audiencias testimoniales tendrán lugar del 24 al 28 de abril, y del 2 al 3 de mayo -luego del feriado por el Día del Trabajador-. Estaba previsto que declararan 60 personas, pero “hubo una reducción de testigos a aproximadamente 35“, informó a 9 Ahora el fiscal Santiago Alfieri.
“Hemos llegado a acuerdos en muchos puntos, por lo que se requirió, tanto por la defensa como por la fiscalía, dejar sin efecto varias testimoniales“, sostuvo el funcionario judicial. Esto sucedió “a partir de acuerdos probatorios de cuestiones que no van a ser parte de la discusión en el juicio, por una cuestión de efectividad del debate“, justificó.
Los testigos son familiares de Gisela, vecinos, personal forense y policial que participó en los rastrillajes. A raíz de amenazas y también “para establecer puntos de parada en los lugares que podían llegar a ser conflictivos“, la fiscalía instrumentó protección policial para varios testigos. “En el predio de la casa de los acusados, entre el portón de ellos y otros vecinos que están por ahí, se puso una custodia policial permanente; también, el El Bajo durante la madrugada y en la casa de Rocío Altamirano durante mucho tiempo”, precisó Alfieri.
Se espera que los alegatos tengan lugar el jueves 4 de abril, mientras que el viernes 5 se realizará la reconstrucción del hecho. Finalmente, luego de los cinco días hábiles que establece el nuevo Código Procesal Penal, la sentencia se leería el lunes 15 de mayo de 2017.
Los magistrados encargados de juzgar a los cuatro imputados por el femicidio de Gisela López serán Ricardo Bonazzola, Cristina Van Dembroucke y José María Chemez -presidente del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná-.
CASO EMBLEMÁTICO
Debido a la gran difusión que tuvo su búsqueda, el hallazgo del cuerpo sin vida de Gisela López generó una fuerte conmoción en la provincia y el país. A tal punto, que el brutal femicidio entrerriano despertó el segundo grito #NiUnaMenos a nivel nacional.
Dado que el cuerpo apareció tan cerca de su casa y de donde había sido vista por última vez, además de que según la autopsia, estuvo allí 18 días, el desempeño policial en la búsqueda fue puesto en duda. En las semanas previas al hallazgo, se habían orquestado vistosos megaoperativos policiales -que incluían cientos de uniformados de distintas ciudades, perros adiestrados y hasta el uso de drones y helicópeteros-, sin resultados positivos.
Al respecto, el subdirector de la División Investigaciones de la Policía de Entre Ríos, José Herrera, reconoció: “Existe la posibilidad de que se haya rastrillado mal“.
El cuestionado desempeño policial, expuesto por la sociedad santaelenense y encabezado por la familia de Gisela López en multitudinarias marchas por el pueblo en pedido de justicia y bajo el pedido de “que se vayan los corruptos“, decantó en la remoción de la cúpula policial del lugar. Entre otros traslados, el jefe de la Comisaría N° 15 de Santa Elena, Pablo Noriega, fue reemplazado por el comisario Juan Carlos Faría.
Finalmente, tanto el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, como el ministro de Gobierno y Justicia de la provincia, Mauro Urribarri, se refirieron al resonante femicidio de Gisela. El principal mandatario entrerriano pidió “que la Justicia actúe con todo el rigor“. Urribarri, por su parte, reconoció que el crimen “conmocionó a la provincia“, descartó que haya tenido que ver con la trata de personas o el narcotráfico y expresó: “Cuando tomamos la decisión de cambiar el jefe de Policía era porque habíamos recibido inconvenientes a la hora de trabajar”.
A UN AÑO, LA MARCHA
El sábado 22 de abril familiares, amigos y vecinos de Gisela López, junto con el pueblo de Santa Elena, convocan a concentrarse a las 16.30 frente a la Escuela Secundaria para Jóvenes y Adultos -ESJA- N° 5 Padre Fidel Alberto Olivera -donde asistía la estudiante- para marchar recreando el recorrido que la joven siempre hacía y que de hecho hizo la noche que desapareció. La movilización, que terminará en El Bajo, donde fue encontrado el cuerpo, es en pedido de “justicia y condena a los responsables de su muerte“.