La Otra Voz Digital Directora Marta César
El agresor intentó darse a la fuga de la casa, frente a la Policía, mientras sus hijos lloraban.
“¿Por qué estás desabrigada y sola en la calle, llorando a esta hora?”, le preguntó un hombre a una niña de cinco años.
– “Martín le está pegando a mi mamá. Ella tiene mucha sangre. Llame a la Policía, por favor”, respondió la menor.
Atónico, el vecino se comunicó al 101 y manifestó que había un caso de violencia de género en una vivienda ubicada en calle Antenor Álvarez 1115, del barrio Juan Domingo Perón. Circunstancialmente pasaba por el lugar el personal de la Comisaría 15ª, quien acudió al pedido de ayuda de la niña. Llegaron al lugar y se entrevistaron con un sujeto identificado como Martín Quisbert (41), quien manifestó que vivía en la vivienda.
Los efectivos le indicaron que se había denunciado un caso de violencia de género en la casa, por lo que se solicitaba hablar con el ama de casa. La niña y sus hermanos se pararon a un lado de los efectivos, lloraban incesantemente e indicaban que él era el agresor de su madre.
Ante la situación, Quisbert manifestó que estaba todo tranquilo y que no pasaba nada. No conformes con la respuesta del hombre, los uniformados insistían con requisar el inmueble. Astuto, Martín llevó a la Policía hasta una habitación que señaló sería el lugar que habita la mujer y sus hijos.
No conformes con la respuesta y lo que estaban observando, los efectivos de la Comisaría Segunda del Menor y la Mujer se comunicaron con el fiscal Dr. José Piña, a quien alertaron por la situación, quien ordenó que se requisara la vivienda. Mientras tanto, seis niños continuaban llorando, aduciendo que el hombre golpeaba a su madre.
Al ingresar a la casa, recorrieron cada una de las habitaciones y en la cocina encontraron la desgarradora escena. Una mujer yacía en un charco de sangre. Se solicitó la presencia de una ambulancia, pero los paramédicos indicaron que la víctima identificada como María de los Ángeles Corbalán estaba sin vida. El médico de Sanidad Policial, Dr. Acosta se apersonó en el lugar y examinó el cadáver. Los peritos de Criminalística realizaron los trabajos de planimetría y fotografía.
Mientras el despliegue policial se llevaba a cabo, Martín tomó un celular y, simulando recibir una llamada, quiso darse a la fuga. Fue apresado.
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