“Resulta muy importante que, desde el inicio de las causas penales, se identifique la presencia del femicidio, pero lamentablemente esto no ocurre”, afirmó Alejandra Lauría, de la asociación La Casa del Encuentro.
En noviembre de 2012 la Cámara de Diputados de la Naciónsancionó la Ley 26.791 que reformó el Código Penal, incorporando la figura de femicidio en el cuerpo normativo, como figura agravada del delito de homicidio.
Aunque en el país se registraron 1.808 asesinatos de mujeres en siete años, y la sociedad en conjunto reclama el compromiso del Poder Judicial en la lucha para erradicar la violencia machista, muchos fiscales y jueces que investigan femicidios no incluyen esa figura en los expedientes, debilitando la acusación, que así llega a los juicios orales, beneficiando a los responsables.
En diálogo con Diario Popular, la abogada Alejandra Lauría, de la asociación La Casa del Encuentro, explicó que «resulta muy importante que, desde el inicio de las causas penales, se identifique la presencia del femicidio, pero lamentablemente esto no ocurre, y se sabe que las instrucciones preparatorias de la policía y luego las instrucciones de fiscales, en conjunto con jueces, son claves para no invisibilizar la presencia de la violencia machista».
La letrada, que participó de la modificación del Código Penal para incluir la figura de femicidio, destacó el caso de Paola Acosta, la mujer asesinada en 2014 por su ex pareja en Córdoba, cuyo cadáver fue arrojado dentro de una alcantarilla, junto a su beba, que logró sobrevivir de casualidad. «En el reciente juicio oral, se condenó al responsable por el homicidio, con agravantes como alevosía y violencia de género, sin embargo no se utilizó la figura del femicidio. No es un buen mensaje del accionar judicial. Y vemos que esto se repite constantemente», señaló Lauría.
La figura de homicidio aparece en el artículo 80 del Código Penal. En el inciso 11, después de la reforma, aparece el femicidio, como otro agravante. «Los fiscales y jueces no se capacitan, pero también hay un problema de vagancia y al mismo tiempo de abordaje machista, entonces no toman el inciso 11, lo pasan de largo, beneficiando a los femicidas. La sociedad tiene que saber esto, porque forma parte de la justicia patriarcal que tenemos», señaló, en tanto, el abogado Julio Torrada, del Instituto Wanda Taddei, a cargo de la querella por el femicidio de Julieta en Ramos Mejía.
Para Lauría, asimismo, «es necesario que efectivos policiales que llegan a las escenas de los femicidios tengan las herramientas para identificar este delito, al igual que fiscales y jueces, porque hablamos de un delito con características propias, que ya no podemos esconder, ni pasar por alto, mucho menos desde que forma parte del Código Penal».
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