Los presuntos autores intelectuales de un homicidio siguen sin ser juzgados

A cinco años de su asesinato, piden justicia para Liliana Ledesma

Así iniciaba Horacio Verbitsky, el 5 de octubre de 2006, una nota publicada en Página 12: «Una pequeña productora salteña fue asesinada hace diez días, luego de denunciar que el referente del gobernador Juan Carlos Romero en la localidad de Salvador Mazza había cerrado caminos vecinales para crear una zona liberada al contrabando de sustancias estupefacientes en la frontera con Bolivia. La boca de Liliana Ledesma, quien integraba la Asociación de Pequeños Productores de Madrejones, fue tajeada de arriba abajo, en señal de silencio para quienes la habían acompañado en un viaje a Salta. En la capital provincial habían denunciado al diputado provincial justicialista Ernesto José Aparicio. Una hermana del legislador, Graciela Aparicio, fue detenida como posible entregadora, luego de caminar junto a la víctima hasta el lugar en que dos hombres la atacaron a puntazos en la espalda, el abdomen y el pecho». Hoy, a 5 años de este hecho, los autores materiales de este crimen se encuentran pagando condena, mientras la familia Ledesma, sigue pidiendo justicia para que los presuntos autores intelectuales sean juzgados.

Cabe recordar que en 2010, y en fallo unánime, la Cámara en lo Criminal de Orán, integrada por l@s magistrad@s Irene Acosta, Carlos Linares y Antonio Silisque, condenó a prisión perpetua a María Gabriela Aparicio, Aníbal Tárraga, Lino Abdemar Moreno y Casimiro ?Nene? Torres; a diez años de prisión a Patricia Guerra, por haber prestado colaboración secundaria en el crimen, y a cuatro años de prisión efectiva a Juan Moreno, el chofer del Hospital de Salvador Mazza que le comunicó a Delfín Castedo, uno de los presuntos autores intelectuales, que Ledesma ya estaba muerta.

Debe mencionarse, que Delfín Castedo se encuentra prófugo desde noviembre de 2006, aunque en más de una oportunidad la familia damnificada ha mencionado que se conoce que éste circula por Salvador Mazza con mucha asiduidad.

Sobre esto, Romero manifestó en esta oportunidad como en tantas otras ocasiones: «Yo siempre le dije al dr. Aramayo que por culpa de él están libres», haciendo alusión a los hermanos Castedo. «No se sabe si es verdad o no que Delfín Castedo anda por la finca o no. Acá las autoridades no sirven. No sé hasta donde se podrá llegar», consideró la mujer.

Por otra parte, debe aclararse que Raúl «Ula» Castedo, otro de los señalados como posiblies autores intelectuales de este hecho, se encuentra detenido por una causa de narcotráfico en Bolivia.

Con una misa en la Iglesia Nuestra Señora de Luján, unas flores en su tumba y el recorrido por la pasarela en la que Liliana fue asesinada, otro 21 de septiembre, cargado de dolor y de desesperanza, aconteció para la familia Ledesma, en un contexto en el que presumen hubo más responsabilidades que las de l@s condenad@s .

A cinco años de este aberrante crimen, bajo la espera de que la sentencia sobre los autores materiales quede firme, Romero, sigue pidiendo que todos los responsables paguen por lo que hicieron.

«Ahora todos se prenden. Todos se van a la plata», manifestó la madre de la joven productora, haciendo referencia a su descreimiento sobre el accionar de las fuerzas de seguridad en esa zona de frontera.

«Liliana era una mujer trabajadora. Muy buena hija, que hacía todo su esfuerzo para su nena. Era la única mujer que integraba la Asociación de Pequeños Productores de Madrejones y que andaba luchando», recordó.

FOTO: saltalibre.net