Centro Cultural Néstor Kirchner

OCTORINA ZAMORA, MUJER WICHÍ, NARRA SU EXPERIENCIA, COMO PARTICIPANTE DE LA CEREMONIA NACIONAL EN HOMENAJE A LAS VICTIMAS DE LA PANDEMIA

El 27 de junio pasado,en el Centro Cultural Néstor Kirchner,CABA, se llevó a cabo, una emotiva ceremonia en homenaje a las víctimas de la pandemia.

Estuvieron presentes en el acto la primera dama, Fabiola Yáñez; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Rodolfo Suárez (Mendoza), Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy).

Octorina Zamora,mujer wichi de Salta, fue convocada a esa ceremonia,junto a otrxs representantxs de pueblos originarios.

Octorina,nos cuenta en primera persona,su experiencia :

El Domingo 27 de junio de 2021 participé en la Ceremonia Nacional por las Victimas de la COVID-19, en el Centro Cultural Néstor Kirchner (Buenos Aires, Argentina) organizado por el Gobierno Nacional. El mismo contó con la presencia de autoridades políticas como gobernadores, así como personalidades que trabajan día a día para salvar vidas como el personal de salud y seguridad. Un especial lugar también fue reservado para personalidades del espacio espiritual, como son quienes acompañan a las comunidades desde los sentimientos y creencias religiosas. Por primera vez en un acto oficial fuimos las mujeres indígenas y afrodescendientes, a quienes se nos dieron esos lugares a la par de hombres, que por sus religiones tienen un lugar de autoridad.

Quiero destacar, que teniendo en cuenta mis años de participación en acciones públicas y eventos similares que contaron con autoridades políticas, gremiales y sociales, el especial cuidado y atención puesto para valorizar a cada persona invitada en esta oportunidad, fue único. Convocar la presencia indígena en el espacio de las autoridades religiosas fue un acto reparatorio que quiero resaltar.

Personalidades del mundo del arte, la música y el teatro contribuyeron, desde la emocionalidad, al objetivo de la actividad: recordar, despedir y homenajear a las miles de personas que nos faltan a raíz de este largo año de pandemia. La covid-19, no hizo discriminación entre sus víctimas y en esta ceremonia se buscó enmendar la gran falta que socialmente nos pesa, ensanchada por la indiferencia, el desaliento y las carencias.

La jornada, se caracterizó por la solemnidad y la relevancia ceremonial, los silencios sin aplausos, las flores y las velas. Los saludos en el acto, se realizaron entre el presidente, las autoridades religiosas y personalidades culturales de los pueblos originarios y afrodescendientes. Esta experiencia, desde las invitaciones hasta las disposiciones de los espacios, permitió observar un trato digno y diplomático, con invitaciones especiales para las personalidades culturales y religiosas en conjunto con los trabajadores denominados esenciales.

Como mujer wichí de Salta, resalto el reconocimiento público e institucional de los lazos profundos en el registro fundado, cuidado y acompañado de mi pueblo, así como el necesario ejercicio espiritual ,llevado a cabo con solemnidad y conciencia de las influencias de otras religiones en este recorrido.

El acto, se destacó por desplazar el tratamiento de las comunidades originarias por fuera de la figura de lástima y pobreza. Resaltó el lugar que las mujeres tenemos en nuestros pueblos, en el cuidado de un recorrido que lleva tiempo equilibrar, como son el pasaje entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. En un giro fundamental de sentidos, se hizo especialmente una propuesta para modificar la desigualdad entre autoridades religiosas institucionales y las mujeres que llevamos en nuestro trabajo, tanto vital como comunitario, esta responsabilidad espiritual. Quiero destacar también, que la unión entre los pueblos Wichí y Qom, así como otras presencias de mujeres originarias, dio relevancia al espacio integral de los cuidados, el cual ,no es exclusivamente un abordaje de la emergencia, sino de las ancestralidades que se movilizan en nuestros pueblos. Personalidades destacadas, nos faltan en cada recorrido por las comunidades y contar con la posibilidad de participar en esta ceremonia pública de despedida y reconfiguración, habla de una renovada y transformadora propuesta de plurinacionalidad.

Si las experiencias mejoran cuando podemos hacer públicos los sentidos que están en juego para llegar a una nueva propuesta, en esta ceremonia se vislumbraron nuevos horizontes, en seno de una propuesta de gobierno integral, que deja de lado coyunturas pasajeras ,para afirmar un nuevo acuerdo de entendimiento de la diversidad.

Las mujeres religiosas de las comunidades de los pueblos originarios y afrodescendientes tienen como desafío ,poder establecer un diálogo con aquellas instituciones religiosas que históricamente, hicieron de las religiosidades “otras”, motivo de persecución y discriminación. Un acto ecuménico en un sentido amplio donde el mundo del trabajo, el mundo de los sentidos profundos es ese mundo que resguarda y organiza la necesaria, pero limitada expresión de la política y sus acciones. Ese tríptico que tenía figuras del arte y la vida (niñez) en el centro, se hizo testigo de un camino que comienza, a partir de las nuevas ausencias, a exigirnos la elaboración de un nuevo contrato entre este mundo, quienes lo habitamos y las formas en que lo hacemos.

Imágenes :Octorina Zamora