Córdoba

Juicio La Perla: testigos detallaron el modus operandi

Cuatro testigos describieron, en el juicio de La Perla, los eslabones del circuito represivo ilegal de la dictadura en Córdoba.la perla cordoba

El primero en declarar fue Juan Manuel Torres Berrotarán, sobreviviente delcentro clandestino de detención, torturas y exterminio Campo de la Ribera, secuestrado en tres ocasiones.

El 16 de setiembre de 1975 fue secuestrado mientras conducía su automóvil en la localidad de Anisacate, unos 42 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Córdoba.

En esa oportunidad, «me llevan a lo que se conocía como el Cabildo», centro clandestino de detención que funcionaba en el ámbito delDepartamento de Informaciones de la Policía provincial (D2), relató.

«Allí me sacaron mis pertenencias y me vendaron los ojos. Comenzaron a interrogarme y recibía golpes de puño», dijo Torres Berrotarán, para agregar que permaneció en la D2 unos días y luego fue liberado.

Al año siguiente, el 19 de febrero de 1976 volvieron a secuestrarlo en el domicilio que compartía con sus hermanos. «Me encañonaron con un arma larga, me esposaron y me pusieron contra la pared mientras requisaban la casa».

Luego lo llevaron nuevamente a la D2, donde fue interrogado y torturado nuevamente. «Creo que dejaron de torturarme por intervención de un comisario de Alta Gracia que habló con mi padre y me fue a buscar a Córdoba. Así fue como salí».

Dos días de su liberación, una versión de prensa asoció su nombre con «actividades subversivas», añadió.

Torres Berrotarán fue secuestrado nuevamente 11 de noviembre de 1976, cuando un comando que vestía ropa civil sin identificarse irrumpió nuevamente en su domicilio de Anisacate.

Desde allí fue llevado a La Perla para ser torturado e interrogado sobre sus compañeros de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), en especial Néstor Morandini, y luego lo llevaron al centro de detención de La Ribera.

Fue liberado en cercanías del III Cuerpo de Ejército, cuyo jefe era el general represor Luciano Benjamín Menéndez.

Otro testigo, Lindolfo Oviedo Villa, declaró sobre la captura de su esposa, Manuela Cabeza de Oviedo,secuestrada en Santa María de Punilla, «desaparecida como 9 o 10 días» y finalmente alojada en la cárcel de mujeres del Buen Pastor.

En búsqueda de Manuela, «tuve una entrevista con (el juez federal de la dictadura Adolfo) Zamboni Ledesma y lo invité a que salieramos juntos a buscar a los desaparecidos. Me dijo: `Yo no me muevo de aquí` y le dije que era un cagón».

Por su parte, el testigo José Alfredo Santa contó que el 31 de enero de 1977 su cuñada le avisó que un grupo que vestía ropas civiles armados había detenido a su hermano en oficinas del Banco de Córdoba, donde trabajaba.

«Mi suegro nos propuso irnos del país pero le dije que no teníamos nada que ocultar ni por qué huir», contó Santa y señaló que esa conversación se produjo un día antes de que lo secuestraran a él.

El testigo dijo que durante 10 dias fue torturado en la D2 y luego llevado a La Ribera, donde los represores se habían «ensañado con unos testigos de Jehová» y le tocó convivir con un hombre mayor, liberado tiempo después.

Finalmente, el testigo Jorge Ahumada declaró sobre el secuestro de su patrón, Jacobo Lerner, capturado el 3 de abril de 1976, llevado a La Perla y quien aún permanece desaparecido.

El Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1) de Córdoba dispuso que la siguiente audiencia se realice el 26 de este mes a partir de las 10.

 

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