Argentina: Una ordenanza prohíbe el funcionamiento de «whiskerías»

Santa Rosa, La Pampa, Argentina, junio (SEMlac).- El Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa, ubicada a 700 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, aprobó por unanimidad la semana pasada una ordenanza que prohíbe el funcionamiento de prostíbulos.

El proyecto ?impulsado por el Poder Ejecutivo de esa ciudad? se fundamenta en la Ley 26.364, sobre Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus víctimas, y manifiesta que «los pueblos y ciudades de La Pampa, entre estas últimas la capital Santa Rosa, también ocultan escenarios propicios en los que operan redes de trata de personas para explotación sexual».

Precisa además que los lugares donde se desarrolla este delito son los locales de diversión nocturna tipificados como «whisquería», «cabaret», «nigth club» y «club nocturno».

En uno de los artículos, aclara que todas las whiskerías que hasta la actualidad están funcionando deberán caducar en su actividad el día que vence su habilitación.

En Santa Rosa, el ejercicio de la prostitución está reglamentado por dos ordenantazas: la número 1537/94 de Obligatoriedad de la Libreta Sanitaria y la 3218/2004, llamada Código de Espectáculos Públicos y sus locales. Ambas son contrarias a la Ley de Profilaxis de nivel nacional por la que se prohíbe el funcionamiento de prostíbulos en todo el territorio argentino.

SEMlac conversó con la subdirectora de Políticas de Género de Santa Rosa, Mónica Molina, quien manifestó que uno de los mayores obstáculos para aprobar la ordenanza fue el factor cultural.

«Fue notable la naturalización de las mujeres en situación de prostitución. Tanto es así que algunos concejales, y particularmente una concejala, no podían visualizar la dimensión del problema que estábamos abordando». Molina habló de los confusos diálogos de los ediles, basados en el desconocimiento de la situación y de la temática.

«Esto también se vio en las expresiones de mujeres y varones, cuando dejaban mensajes en una radio local. Pero, en general, la ordenanza fue bien recibida», continuó Molina.

La funcionaria sostuvo que las principales barreras son las ideológicas, y remarcó que la sanción de la mencionada ordenanza es un punto de inflexión trascendental para continuar el trabajo sobre la situación de las mujeres en esta problemática.

Molina es funcionaria y también una periodista y ferviente militante por los derechos de las mujeres, quien tuvo que utilizar la más cruda sinceridad para pelear a favor de la ordenanza.

«Hasta tanto no se modifiquen estas normativas, lo que tenemos es un ‘municipio proxeneta’, porque están todos los instrumentos que legalizan una situación favoreciendo la explotación sexual», dijo en una de sus alocuciones.

«Si, hasta ahora, nadie había puesto en tela de juicio esos prostíbulos, es porque sencillamente eran aceptados por gran parte de la sociedad. Y ponerlos en cuestión es también poner a las mujeres y su relación con los hombres frente a un espejo», concluyó Molina a SEMlac.